Un reo en Nigeria fue condenado este lunes a la pena de muerte a través de la popular plataforma de videollamadas Zoom, para preservar la distancia social durante la pandemia de coronavirus. La sentencia recibió críticas por parte de grupos defensores de derechos humanos, que la calificaron de “inhumana”.
Por: RT
Durante la audiencia virtual, que duró casi 3 horas y contó tanto con la presencia de abogados, como del fiscal general, Olalekan Hameed fue declarado culpable de asesinar a la madre de su empleador, Jolasun Okunsanya, de 76 años, en diciembre del 2018. A pesar de que el hombre se declaró inocente del crimen, fue condenado a morir en la horca, recoge la BBC.
“La sentencia de este tribunal sobre ti, Olalekan Hameed, es que te cuelguen del cuello hasta que te declaren muerto y que el Señor tenga piedad de tu alma”, anunció el juez. Actualmente, Hameed permanece en prisión y se desconoce si apelará el dictamen.
El medio reporta que el juicio se celebró durante el primer día de la flexibilización de las restricciones de cierre en la ciudad de Lagos, hecho que permitió a las personas volver al trabajo. No obstante, todas las sesiones judiciales fueron suspendidas, salvo las urgentes.
De acuerdo con los datos proporcionados por la Universidad Johns Hopkins, en Nigeria se han registrado 3.145 casos de coronavirus, mientras que la cifra de decesos por covid-19 se sitúa en 103.
Críticas al juicio
La organización de defensa de derechos humanos Human Rights Watch indicó que la creación de la corte virtual durante el brote de coronavirus mostró un compromiso para acceder a la justicia, pero condenó drásticamente el tipo de sentencia que recibió el reo.
“El castigo irreversible es arcaico, inherentemente cruel e inhumano, debería abolirse”, aseguró Human Rights Watch.
Por su parte, el director de Amnistía Internacional en Nigeria, Osai Ojigho, se pronunció en contra de la aplicación de la pena de muerte en el país y cuestionó que la audiencia no pudiera retrasarse.
“Sabemos que muchos tribunales están explorando cómo pueden continuar los casos virtualmente, pero el desafío es cuánto se ha pensado en el proceso para las sesiones virtuales de los tribunales”, dijo Ojigho. “En este caso, ¿no podría retrasarse esta sentencia?
“¿Podemos asegurar que se hizo justicia en este caso?, ¿tuvo el público acceso a esta sesión? Vale la pena explorar si los procesos que llevaron a la sesión virtual siguieron el principio de justicia natural y una audiencia justa”, agregó.
Ojigho destacó que Amnistía Internacional solicitó abolir la pena de muerte en Nigeria, donde alrededor de 3.000 personas están condenadas. Según AI, los gobernadores estatales deben de autorizar las ejecuciones antes de que se lleven a cabo, pero algunos se han abstenido de hacerlo en los últimos años.
“Nadie quiere ser responsabilizado por terminar con la vida de alguien, según el patrón que vemos. Si el Gobierno tiene una lucha interna y duda en firmar órdenes de muerte, ¿por qué no lo sacamos del Código Penal?” cuestionó el director del organismo.