Little Richard, el autoproclamado “arquitecto del rock ‘n’ roll”, que construyó un sonido rompedor con una efervescente mezcla de boogie-woogie, rhythm and blues y gospel, falleció el sábado a los 87 años, informó la revista Rolling Stone.
Richard influyó a legiones de intérpretes cuya fama acabaría superando a la suya misma. Su hijo, Danny Penniman, confirmó el deceso a Rolling Stone, pero dijo que la causa era desconocida.
El bajista de Richard, Charles Glenn, dijo al sitio web del espectáculo TMZ que el músico llevaba dos meses enfermo y murió en su casa de Tennessee, junto a su hermano, su hermana y su hijo.
Glenn dijo a TMZ que habló con Richard el 27 de marzo y éste le pidió que le visitara, pero no pudo hacerlo por la pandemia. Según afirmó, Richard era como un padre y a veces le decía “no quiero quitarle nada a tu padre, pero tú eres mi hijo”.
En su pico de popularidad en los años 50 y principios de los 60, Richard gritaba, gemía y chillaba éxitos como “Tutti Frutti”, “Long Tall Sally”, “Good Golly, Miss Molly” y “Lucille”, mientras aporreaba el piano como un loco y acompañaba sus letras con sus tradicionales “¡whoooo!”.
Su música emocionó a jóvenes negros y blancos por igual en una época en que partes de Estados Unidos seguía bajo una estricta segregación. Muchos artistas blancos, como Pat Boone, hicieron versiones de sus temas, aunque con un tono mucho más suave y “seguro” para el público pop.
“Siempre he pensado que el rock ‘n’ roll juntó a las razas”, dijo Richard una vez en una entrevista. “Aunque yo era negro, a la gente no le importaba. Eso me hacía sentir bien”.
Mick Jagger, Paul McCartney, James Brown, Otis Redding, David Bowie y Rod Stewart citaron a Little Richard como influencia. Jimi Hendrix, que tocó en su banda a mediados de los 60, dijo que quería usar su guitarra como Richard usaba su voz. Reuters