La Nación se encuentra en un constante vaivén. Donde nuestras esperanzas de que se lograran alternativas y soluciones a la compleja situación en que nos encontramos no se están expresando en realidades. Convirtiéndose en desencantos que solo causan mayores afectaciones en la conducta humana y el bienestar colectivo de los venezolanos.
Por: Vicente Brito
Lo podemos observar en todo los ámbitos de la vida nacional, bien sea en lo político, económico y social. Convirtiéndose en desengaños nuestras esperanzas de lograr avances con la perniciosa alta conflictividad y el nocivo estado de limitaciones al cual nos encontramos sometidos. He allí, razones por las cuales se observa una creciente pérdida de credibilidad en las instituciones, cuando estas instancias no dan respuestas convenientes, ni satisfactorias a las expectativas creadas.
Lo que más nos angustia a los ciudadanos es ver como la confrontación entre los distintos actores políticos responsables de buscar soluciones se radicalizan día a día; observándose un mayor distanciamiento en sus posiciones, las cuales se vuelven más antagónicas. Insistiendo cada quien en imponer sus propuestas, sin que a la fecha se haya logrado algo que nos de alguna esperanza cierta. La virulencia observada solo complica más el sosiego y la ecuanimidad necesaria en la forma de vida de paz y armonía de los venezolanos.
Aun en otros países donde han ocurrido confrontaciones bélicas se han logrado acuerdos significativos y soluciones que les han permitido resolver las diferencias y lograr alternativas que beneficien no a una de las facciones en pugnas en particular, sino que se han traducido en ventajas convenientes al interés de todos sus ciudadanos. Los ejemplos son evidentes y de reciente accionar en distintas partes del mundo.
Somos quizás el único país donde no se han logrado ningún tipo de avances significativos en lograr salidas a la complejidad al cual estamos atados. Los llamados de los distintos países del mundo en la necesidad de lograr acuerdos inmediatos no han sido convertidos en realidades; lo cual solo contribuye a crear mayores desencantos y ninguna esperanza posible de que se van a lograr soluciones al estado de cosas en las cuales nos encontramos inmersos.
Han convertido nuestros sueños de tener un país en armonía y de fraternidad ciudadana, en uno de angustias y frustraciones. Lo cual esta causando desmejoras permanentes en la calidad de vida y niveles de satisfacción en la familia Venezolana.
Hacemos votos por una pronta acción para lograr alternativas y soluciones.
Vicente Brito
Presidente Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución.