Con 97 años a cuestas, la rusa Zinaída Kórnieva, veterana de la Segunda Guerra Mundial, se asoma todos los días a su blog con el fin de recaudar dinero para las familias de los médicos muertos en una contienda no menos cruenta, la batalla contra el coronavirus.
“¡Queridos amigos! Aquí de nuevo con ustedes como cada día Zinaída Antónovna (patronímico de Kórnieva). Hoy les voy a contar una historia sobre…”, arranca el blog que cuenta ya con miles de seguidores en todo el mundo.
Sentada en un banco de madera con sus medallas en el pecho, Kórnieva oye mal, pero mira a la cámara con inusual seguridad y tiene historias para dar y tomar. Oriunda de los Urales (1922), participó en la batalla de Stalingrado (1942) con apenas 19 años e incluso llegó a Berlín.
DINERO PARA LOS MÉDICOS MUERTOS
Asegura desde su dacha (casa de campo) en las afueras de San Petersburgo que no cejará en su empeño hasta lograr su objetivo, recaudar como mínimo 3 millones de rublos (casi 40.000 euros), cifra que está a punto de alcanzar.
El objetivo inicial era recabar 300.000 rublos (menos de 4.000 euros) para ayudar a las familias de diez médicos muertos en la antigua capital zarista, pero el éxito de la iniciativa ha superado todas las expectativas.
“¡Los médicos se enfrentan a una guerra aún más dura, ya que el virus es (un enemigo) invisible e imprevisible!”, comentó a Efe por videoconferencia.
Su hija y nieta son médicos, por lo que es muy consciente de las dificultades que atraviesa el personal sanitario en Rusia, donde, según fuentes independientes, han muerto ya 152 personas, varios de ellos en San Petersburgo.
“Por mi edad, he tenido muchas operaciones y enfermedades. Los médicos siempre me han tratado muy bien. Me dan mucha pena los médicos que luchan contra ese virus que puede infectarles y matarles”, señala.
Recientemente fue operada de la cadera en el Hospital de San Petersburgo para veteranos de guerra y enterarse de que en dicha institución dos médicos habían fallecido por coronavirus le impactó profundamente a ella y a su familia.
INSPIRADA POR TOM MOORE
Pero lo que la inspiró a estrenar un blog fue la historia de otro veterano de guerra inglés, Tom Moore, que cumplió 100 años el 30 de abril y recaudó millones de libras para ayudar a los médicos británicos dando cien vueltas a su jardín con la ayuda de un andador.
Kórnieva le dedicó un vídeo y le prometió como regalo de cumpleaños coserle “desde Rusia con amor” unos calcetines para el invierno, que ya le envió por correo urgente.
“Juntos derrotamos en 1945 al Fascismo y ahora juntos combatimos el virus. No le puedo prometer que vaya a dar cien vueltas alrededor de mi jardín, ya que hace mucho que no salgo de casa, pero prometo contar cada día historias sobre la guerra y mi vida. ¡Juntos ganaremos!”, aseguró.
Desde entonces, la “babushka” rusa no ha faltado a su cita diaria con su blog.
“No invento nada. Sólo cuento lo que vi durante la guerra”, asegura.
UN BLOG DIARIO
Kórnieva es una innata narradora de historias. Sean experiencias con ella como protagonista o historias protagonizadas por sus amigas, la crudeza de los episodios se entremezcla con la viveza del relato.
“Eran las 2 de la mañana cuando la telefonista del campo nos despertó para decirnos que la guerra había terminado. Estábamos a las afueras de Berlín. Salimos a la calle, cantamos, bailamos, nos besamos y disparamos al aire con nuestros fusiles”, cuenta.
Por ello, según su nieta, recibe todos los días comentarios y agradecimientos de muchos países occidentales, donde aprecian que sus historias profundicen en historias cotidianas de la guerra y no se metan en cuestiones políticas o ideológicas.
Admite que se pone nerviosa y que discute con su nieta sobre cómo mejor formular las frases, pero no tiene miedo ni a la cámara ni al coronavirus.
“Yo ya no tengo miedo a nada. Voy para 98 años. Si cuando era joven no tenía miedo a nada, ahora de todas formas en cualquier momento ya me voy para allá” (el otro mundo), asegura.
Debido a la pandemia, Kórnieva, al igual que otros veteranos de la Gran Guerra Patria, como es conocida la guerra en el espacio postsoviético, no pudo ver el desfile militar del Día de la Victoria que se celebra cada 9 de mayo, ya que fue cancelado.
“Hicieron lo correcto. En este tiempo que vivimos había que cancelar la fiesta. Derrotaremos al virus y aún tendremos tiempo de celebrar la victoria”, señala.
Ella aún recuerda cuando una epidemia de tifus golpeó la Unión Soviética cuando ella tenía “entre 8 y 9 años”.
“Recuerdo que mucha gente enfermó de tifus. Se podían ver los ataúdes frente a mi casa”, apunta.
LA PANDEMIA, PEOR QUE LA GUERRA
Como testigo de excepción, cree que “a gran escala la guerra fue peor” que la COVID-19, pero reconoce que “nada es comparable” con una pandemia, que ha contagiado ya a 200.000 rusos y matado a casi 2.000.
“Nadie esperaba algo así. El virus ha llegado a todas partes. No es comparable con nada que hayamos vivido antes”, reconoce compungida.
Por eso, apela a la disciplina militar para derrotar a este mal que ha puesto de rodillas a la humanidad como hiciera Hitler con Europa en la guerra.
“Si logramos ganar la guerra, seguro que también ganaremos esta batalla contra la epidemia. En su momento, todos nos unimos para derrotar al Fascismo. Ahora, también debemos unirnos todos para derrotar al coronavirus”, proclama.
De la noche a la mañana se ha convertido en una celebridad. Ya hay una petición para que reciba una medalla estatal y en San Petersburgo las autoridades le dedicaron un gran cartel en vísperas del 9 de mayo.
“Al principio no esperaba recaudar tanto dinero. Ahora estoy muy agradecida a los rusos. Por eso: ¡Muchas gracias!”, dijo. EFE