El “Síndrome Pediátrico de Inflamación Multisistema” parece ir avanzando con similar inclemencia que su antecesor coronavirus en la Ciudad de Nueva York.
Tan solo este fin de semana, las autoridades de salud municipales identificaron al menos 38 casos de menores sospechosos de estar enfermos con el nuevo síndrome asociado a COVID-19 que afecta principalmente los vasos sanguíneos.
Este lunes, la comisionada de Salud, Oxiris Barbot, indicó que unos 12 casos adicionales están bajo investigación.
Al menos 93 pacientes han sido confirmados en el estado como víctimas de la enfermedad que afecta a niños y a jóvenes.
De éstos, tres murieron por complicaciones, y se cree que otros dos fallecimientos también están relacionados, aunque no hay confirmación al momento.
Dos de los decesos se registraron en la ciudad, mientras que otro caso fatal en el condado Westchester. Las autoridades no han divulgado detalles de los dos restantes.
En estados como Michigan ya se han reportado no menos de 20 casos asociados a la nueva enfermedad, mientras que en Ohio, se confirmó un caso y otros sospechosos de pacientes recluidos en el University Hospitals Rainbow and Babies Children’s Hospital.
El Dr. Michael Gewitz del Westchester Medical Center, donde han sido tratados por la enfermedad más de una docena de niños -incluyendo el que falleció-, dijo a NBC que han visto un incremento en visitas a sala de emergencia por el síndrome luego de la alerta sanitaria que realizaron las autoridades estatales la semana pasada.
“No creo que haya pillado a nadie desprevenido”, dijo, por su parte, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, en una conferencia de prensa este sábado. “Está pasando ahora mismo y lo estamos mirando acá en Nueva York. Toda la información es preliminar. Estamos hablando con algunos hospitales que tienen casos individuales que ellos están evaluando. Pero parecer ser, de nuevo -preliminarmente, que niños que dieron positivo al COVID-19 o arrojaron positivo en la prueba de anticuerpos, tuvieron una respuesta inflamatoria”, explicó.
La mayoría de los menores afectados por el “Síndrome Pediátrico de Inflamación Multisistema”(muchos de éstos, asintomáticos al COVID-19) no empiezan a sentir síntomas de la nueva enfermedad hasta cuatro a seis semanas después de haber sido expuestos al virus. Los síntomas incluyen: fiebre severa, dolores abdominales, salpullido, y hasta fallas renales y accidentes cardiovasculares que en algunos casos han requerido cuidado intensivo y uso de ventiladores.