Con la llegada del coronavirus, las reglas de la movilidad cambiaron. Del libre tránsito, muchos países del mundo optaron por cuarentenas preventivas para reducir la curva de casos confirmados, y gran parte de la población global permanece en sus casas esperando que las posibilidades de contagio se reduzcan. Mientras eso ocurre, hemos generado enormes cantidades de datos que le han permitido a empresas como Google monitorear nuestra conducta y determinar si, efectivamente, hemos postergado las salidas y somos parte de un proceso responsable de aislamiento.
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Mediante el historial de ubicaciones que generamos por la geolocalización de nuestros teléfonos, Google puede analizar el comportamiento masivo de millones de usuarios en el mundo. Este flujo de información ha sido ordenado por país – y subdividido en regiones – para ayudarnos a entender cómo Latinoamérica se mantiene activa en tiempos de coronavirus.
Con respecto a Venezuela las salidas a restaurantes, cafés, centros comerciales y otros lugares de diversión se han reducido en un 52%, mientras que el uso del transporte público se ha reducido a un 53%.
Respecto a la concurrencia a mercados y farmacias, 31 de cada cien dejaron de salir. En este tiempo, El 44% de los venezolanos dejó de ir a la oficina, y la permanencia en casa se ha incrementado en un 19%.