El 13 de Mayo de 1917, la Virgen se apareció a tres pastorcitos en Fátima por primera vez: Regresen el día 13 de cada mes, le pidió la Gran Madre a los niños.
¿Conoces la relación entre Juan Pablo II y la Virgen de Fátima? ¿Fue casualidad que dos atentados ocurrieran un 13 de mayo? Son muchas las preguntas abiertas, y quizás no tantas las respuestas concluyentes a las mismas. Pero sin duda detrás de todas esas casualidades estuvo Nuestra Señora del Rosario de Fátima .
Primer atentado en Roma, 13 de Mayo de 1981:
“Mientras daba la segunda vuelta a la plaza durante la audiencia general, se escucharon los disparos contra Juan Pablo II. Alí Mehmet Agca, un asesino profesional, disparó con una pistola, hiriendo al Santo Padre en el vientre, en el codo derecho y en el dedo índice. Un proyectil traspasó el cuerpo y cayó entre el Papa y yo. Escuché dos tiros. Las balas hirieron a otras dos personas.
Pregunté al Santo Padre:
– ¿Dónde?
Respondió:
– En el vientre.
– ¿Le duele?
– Me duele.
Y en aquel instante comenzó a agacharse. Al estar yo detrás de él, pude sostenerlo. Estaba perdiendo las fuerzas.
Fue un momento dramático”.
Una fuerza invisible salvó la vida de Juan Pablo II:
“Hoy puedo decir que en aquel instante entró en acción una fuerza invisible, que permitió salvar la vida del Santo Padre, que corría peligro de muerte. No había tiempo para pensar; no había un médico al alcance de la mano. Una sola decisión equivocada podía tener efectos catastróficos. Cada minuto era precioso. Inmediatamente lo introdujimos en la ambulancia, y a gran velocidad nos dirigimos al Policlínico Gemelli. Durante el trayecto el Santo Padre estaba aún consciente; perdió el conocimiento al ingresar en el hospital. Mientras le fue posible, oró en voz baja”
Segundo atentado en Fátima, 13 de Mayo de 1982:
Una inmensa multitud llenaba la plaza de Fátima. El día 13 se cumplía el primer aniversario del atentado cometido por el turco Ali Agca en la plaza de San Pedro y Juan Pablo II había viajado por primera vez hasta el santuario portugués para dar las gracias por haber sobrevivido y depositar como ofrenda en la corona de la Virgen la bala con que resultó gravemente herido.
Acababa de concluir la procesión de las velas y el Papa se dirigía al altar central de la basílica para bendecir a los fieles cuando, a escasos metros del Pontífice, un grupo de cuatro policías detenía e inmovilizaba a un joven sacerdote y lo alejaba entre gritos del arrestado contra el Concilio Vaticano II y el comunismo. Así lo relató el sacerdote, periodista y escritor José Luis Martín Descalzo, enviado especial de ABC en aquella visita papal. «En un primer momento pensamos todos que se trataba de un fanático excesivamente fervoroso y el propio Papa contempló la escena con rostro más de curiosidad y asombro, que de temor o miedo», escribió antes de detallar toda la información que había logrado recopilar sobre el suceso.
La custodia de la bala: la corona de la Virgen de Fátima
En 1984, el Papa Wojtyla formalizó su devoción y agradecimiento a la Virgen donando al santuario de Fátima la bala que le extrajeron; la misma que fue engarzada en la parte superior de la corona de la Virgen y cuya imagen se aprecia a continuación.
Con información de Arguments / ABC