“Una emergencia dentro de otra”: El reto de ONGs venezolanas para hacer su labor en plena cuarentena

“Una emergencia dentro de otra”: El reto de ONGs venezolanas para hacer su labor en plena cuarentena

Los voluntarios entregan una bolsa de comida a un anciano como parte del “Plan del Buen Vecino”, en Caracas el 28 de abril de 2020, en medio del bloqueo destinado a detener la propagación del nuevo coronavirus. (Foto por Federico PARRA / AFP)

 

 

Al igual que en otros aspectos de la vida en Venezuela, el trabajo humanitario se ha visto afectado por la cuarentena instaurada para evitar la propagación del coronavirus.

Por Luisana Solano / voanoticias.com

Tres ONGs consultadas por la Voz de América aseguran que la falta de gasolina, anteriormente vista en mayor medida en algunos estados del país, ha afectado sus capacidades.

“La situación que actualmente vivimos es fundamentalmente una emergencia dentro de otra. Es decir, ya nosotros estamos en emergencia humanitaria. El COVID-19 viene a ser sencillamente una emergencia alterna”, explica Luis Francisco Cabezas, director de Convite.

Esta asociación civil fue creada en el 2006 y está enfocada en la defensa de los derechos población de las personas mayores y en la defensa y garantía del derecho a la salud.

Expone que a las circunstancia propias del país, como la persecución por parte de Estado, las fallas de los servicios públicos o la inseguridad, ahora tienen que agregarle la falta de gasolina.

“Tenemos ancianatos a los cuales no podemos visitar porque no tenemos gasolina, por qué no se expiden un salvoconducto para poder surtir gasolina”, comenta Cabezas a la VOA.

Katherine Martínez es la directora de Prepara Familia y concuerda con Cabezas al calificar el coronavirus como una “emergencia sobrevenida, que nadie espera, pero que se suma a la situación gravísima que estamos viviendo en Venezuela”.

Su organización asiste y defiende los derechos de los niños, niñas y adolescentes hospitalizados, con patologías crónicas, y de las mujeres cuidadoras. Trabajan, desde 2008, en el Hospital J. M. de los Ríos, el hospital pediátrico más importantes del país, y otras unidades pediátricas de hospitales en la capital del país.

Expone que actualmente es muy difícil poder ir a buscar las donaciones o insumos y entregarlas debido al tema de la movilidad, por lo que pide que se les garanticen a las organizaciones el acceso prioritario al combustible.

“Nosotros no vamos a ir a pasear con el vehículo o el carro para ir a llevar las cosas, sino que, al revés, vamos a hacer un trabajo humanitario”, explica a la VOA.

Por su parte, Feliciano Reyna, presidente de Acción Solidaria, explica que muchas organizaciones venezolanas empezaron esta labor “un poco por las fuerzas de las circunstancias”, pues venían trabajando en temas que después se relacionaron con el terreno humanitario.

Su asociación civil fue creada hace casi 25 años para atender a personas con VIH, pero con el tiempo se fue ampliando hasta formar una coalición de organizaciones dedicada al derecho a la salud y la vida.

Señala que organizaciones aliadas también han advertido que el no poder circular por falta de gasolina ha significado una disminución sensible de sus capacidades, lo que afecta a las personas que atiende.

En el caso de su organización, Acción Solidaria, habían logrado distribuir entre 50 y 80 mil tratamientos al mes, “y todo eso está, no parado, pero casi parado”, afirma Reyna a la Voz de América.

“De un terreno complejo, pero en el que podíamos venir trabajando, sin toda la apertura que se requería, pero con flexibilidad para trabajar, pasamos ahora por un terreno muchísimo pero muchísimo más restrictivo, más difícil, más riesgoso”, agrega.

Según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), 7 millones de venezolanos tienen necesidad de asistencia.

El Plan de Respuesta Humanitaria de 2019 para Venezuela de la ONU recolectó el 34 por ciento de los fondos solicitados, pero con ellos pudieron llevar asistencia humanitaria a 2.4 millones de personas, desde julio hasta diciembre del año pasado.

Para esta labor, la ONU ha trabajado con 81 actores operacionales, de los cuales 59 son ONGs nacionales. Las demás son ONGs internacionales, el movimiento de la Cruz Roja, la Academia y las propios agencias, fondos y programas de las Naciones Unidas en el país.

La OCHA, además incluyó – por primera vez- a Venezuela en su Panorama Humanitario Global 2020, según colocan en su página.

Un vistazo a las redes de Convite muestran que han seguido con su labor, en la medida de sus capacidades. Prepara Familia también optó por continuar su trabajo a través de un Instagram Live cada martes en la noche para tratar, junto a médicos del Hospital J.M. de los Ríos, distintos temas.

Sin embargo, Martínez apunta: “En este momento necesitamos que el espacio humanitario que nosotras ocupamos sea respetado y se nos den todas las garantías para poder trabajar”.

Reyna, entre tanto, subraya que si el coronavirus se desarrolla en Venezuela como en otros países, “probablemente la situación se va a convertir en algo muchísimo más complejo y de más necesidad de ayuda internacional y de apertura a esa ayuda internacional de manera real”.

A finales de abril, el presidente en disputa Nicolás Maduro aseguró que: “Estamos listos para recibir cualquier ayuda humanitaria, del país o del gobierno que quiera, hoy mismo”.

A propósito de la llegada del coronavirus, en solo dos meses, el gobierno en disputa ya ha recibido cargamentos de ayuda humanitaria de aliados como Rusia y China, pero también de la ONU y la Cruz Roja.

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