Los adultos jóvenes de Nueva York han sufrido una “desproporcionada” pérdida de empleo y “probablemente permanezcan desempleados incluso después de que finalice el parón” de actividad por la pandemia de COVID-19, alerta un estudio publicado este jueves por la organización sin ánimo de lucro FirstJobs NYC.
Esta entidad, creada en 2006 para paliar la crisis de desempleo joven (18-24 años) en el estado, destacó en el estudio que antes del brote de coronavirus y con una economía “aparentemente fuerte”, la tasa de paro de los adultos jóvenes ya era alta pero tras la orden de pausa económica impuesta el pasado 22 de marzo la situación se ha agravado.
“A los adultos jóvenes les fue mal durante y después de la recesión de 2008, y nunca se recuperaron realmente del daño económico. Ahora que Nueva York afronta un déficit presupuestario de miles de millones de dólares y ha recortado sustancialmente el empleo y la programación joven para el verano, los jóvenes y sus comunidades se dirigen a una recuperación complicada”, explicó.
Para entender el impacto económico de la pandemia en este colectivo, FirstJobs realizó una encuesta y entrevistas a líderes de 68 organizaciones asociadas, de las que ha sacado varias conclusiones y una recomendación a largo plazo: la necesidad de desarrollar un método para “preparar mejor a los adultos jóvenes para la economía post-COVID-19”.
La organización advierte de que tener trabajo se ha convertido en una “cuestión de vida o muerte” para muchos jóvenes y señala que la economía de los hogares “está cayendo rápidamente, a medida que el COVID-19 exacerba las desigualdades en las áreas de la alimentación, la vivienda, la salud la inseguridad financiera”.
“El cambio sistémico que se necesitaba en el desarrollo de la fuerza de trabajo antes de la crisis del COVID-19 ahora es absolutamente necesario”, señala la organización, que busca “soluciones para equipar a los adultos jóvenes para que participen por completo en la vida cívica y económica de la sociedad”.
En un plazo inmediato, el estudio recomienda a las instituciones y empresas que no recorten fondos a “programas esenciales”, que inviertan en asesoramiento de salud mental, que colaboren con los sistemas educativos, mejoren los programas de formación y desarrollen campañas de activismo que atraigan la inversión a las comunidades de rentas bajas.
Según datos de la Universidad Johns Hopkins, más de 356.000 personas han resultado contagiadas de coronavirus en el estado de Nueva York, considerado el epicentro de la pandemia, donde se han registrado además más de 28.600 muertes.
Estados Unidos es el país más afectado por la pandemia, con 1.551.853 contagios y unos 93.000 fallecidos.
EFE