La gente condujo por el sur de la Florida en una caravana y organizó una muerte en Miami Beach para protestar por las fallas del estado en la distribución de beneficios de desempleo a los floridanos desempleados.
Docenas de trabajadores de la industria hotelera y de servicios protestaron el viernes por la actual situación de desempleo en el sur de Florida.
“Es absolutamente devastador”, dijo Jason Silverman. “No podemos aguantar más esto”.
Muchos trabajadores se han quedado sin ingresos durante meses desde que sus negocios se vieron obligados a cerrar debido a las órdenes de quedarse en casa. Algunos dijeron que no han visto ninguna ayuda del gobierno.
La protesta comenzó como una caravana que comenzó en el Overtown Performing Arts Center y terminó cerca de A1A y 21st Street en Miami Beach. Una vez allí, los trabajadores se mantuvieron a 6 pies de distancia pero unidos en su mensaje.
“Estamos tratando de obtener nuestro dinero de Ron DeSantis”, dijo Silverman. “Hemos estado esperando dos meses sin recibir cheques de desempleo. Exigimos nuestro dinero ahora”.
Algunos de los manifestantes dijeron que la manifestación sobre la muerte ayudó a ilustrar sus luchas.
“Estamos aquí para dramatizar la situación, y que las personas no solo morirán de coronavirus, sino que morirán de una crisis completamente innecesaria que se ha creado ahora”, ¡Únete aquí! La portavoz del sindicato, Wendi Walsh, dijo.
Los líderes sindicales han afirmado que muchos más trabajadores querían apoyar la causa pero no tenían los medios para salir.
“Porque no tienen dinero para gas. Ya no tienen dinero para su seguro de automóvil “, dijo la portavoz de Service Employees International Union, Helene O’Brien.
Según el estado, se han presentado más de dos millones de reclamos de reempleo con un 95% de los reclamantes elegibles que ya han sido pagados, pero algunos dijeron que esos números no cuadran.
“El gobernador dice que todos han recibido su dinero”, dijo Walsh. “Bueno, estas personas no han recibido su dinero”.
A los manifestantes también se unieron simpatizantes improvisados ??como María Salazar, que estaba corriendo cuando se unió a la manifestación.
“Es una excusa todos los días”, dijo Salazar. “Estoy tan harto. Todos los días, he estado hablando por teléfono durante tres horas y luego me desconecto. No puedo soportar esto más