Afirmaron que Rusia no permitirá la privatización y explotación comercial de la Luna

Afirmaron que Rusia no permitirá la privatización y explotación comercial de la Luna

Foto: Nasa

 

Rusia se opone a la privatización y explotación comercial de la Luna, declaró este lunes Dmitri Rogozin, el director de la agencia espacial rusa, Roscosmos.

“En ningún caso permitiremos la privatización de la Luna por parte de nadie. Eso es ilegal y contradice el derecho internacional”, aseguró a la emisora de radio Komsomólskaya Pravda.





En ese sentido, señaló que Rusia no tiene intención de involucrarse en una “carrera espacial” para competir igual que lo hacen “los republicanos y los demócratas en Estados Unidos”.

“No podemos actuar respecto a la Luna del mismo modo que lamentablemente reaccionó la Unión Soviética respecto a la Iniciativa de Defensa Estratégica (IDE) de EEUU, cuando se desperdició una cantidad colosal de dinero en una idea fantasiosa que jamás se llevó a cabo”, afirmó.

El IDE fue una propuesta promovida por el presidente Ronald Reagan en 1983, popularmente conocida como la Guerra de las Galaxias, que pretendía establecer un sistema de defensa antimisiles espacial y que obligó a la Unión Soviética a involucrarse en una nueva espiral de la guerra armamentista.

La Luna interesa a Roscosmos, aseveró, ante todo desde el punto de vista de su surgimiento y existencia como satélite de la Tierra, lo cual garantiza la posibilidad de vida en nuestro planeta.

“Realizaremos en la Luna los experimentos necesarios para trabajar en los asteroides y los planetas más lejanos, ya sea el lanzamiento y descenso sin atmósfera, o el sistema de transporte que permita llevar tripulaciones y cargamento”, indicó.

Es por ello que, afirmó, “la Luna no es nuestro objetivo final”.

El pasado 6 de abril, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una disposición de apoyo a la explotación comercial de la Luna y otros cuerpos celestes.

Además, el mandatario estadounidense recalcó que el espacio exterior es legal y físicamente un campo único de la actividad humana y que Estados Unidos “no lo ve como un bien común global”.

EFE