Cinco cargueros con gasolina partieron de Bandar Abás, en Irán, para pasar por el canal de Suez y luego por el Estrecho de Gibraltar hacia el Océano Atlántico y navegar desde allí a costas venezolanas desafiando advertencias internacionales y la presencia de flotas militares de Estados Unidos en la zona. Si bien la llegada a Venezuela de la primera de esas naves el 23 de mayo disipó ciertas tensiones, algunos piensan en la posibilidad de una acción armada ante el paso de los buques, aunque otros consideran que esa opción está negada en las aguas de la región. Sin embargo, la historia confirma lo contrario. Así lo reseña alnavio.com
Por Zenaida Amador
Venezuela fue asediada durante la Segunda Guerra Mundial como parte de una estrategia nazi que vio en los buques petroleros un objetivo para descargar sus municiones. Se trató de la Operación Neuland, a cargo de miembros del Submarine Group del Tercer Reich, que en enero de 1942 emprendió viaje hacia el Atlántico oeste para atacar una línea de paso de exportaciones petroleras.
La incursión, con un total de cinco naves, se desplegó en la zona para cumplir su misión. El submarino U502, al mando de Jürgen von Rosenstiell, llegó a las cercanías de la Península de Paraguaná, en Falcón, para atacar al carguero “Tía Juana” que recién salía de Maracaibo con dirección a Aruba.
Era la madrugada del 16 de febrero de 1942 y el submarino disparó al buque británico ocasionando 17 muertes en su tripulación. Cerca de una hora después el U502 enfilaba contra el carguero “Monagas”, de bandera venezolana, cuyos torpedos le generaron un daño tal que la nave luego de incendiarse terminó por hundirse. Pero el ataque no había terminado. Poco antes del amanecer ya el U502 tenía en la mira al carguero británico “San Nicolás”, al que también torpedeó causando la muerte de siete de sus tripulantes.
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