El tercer buque de una flotilla petrolera iraní que transporta combustible a Venezuela se acercaba el martes a la Zona Económica Exclusiva del país, mientras los dos embarques previos se preparaban para descargar, según datos de Refinitiv Eikon.
El tanquero Petunia de bandera iraní había ingresado al Mar Caribe el lunes, luego de cruzar el Océano Atlántico, siguiendo la ruta trazada en los últimos días por los barcos Fortune y Forest.
Tareck El Aissami, dio la bienvenida al Fortune el lunes en la refinería El Palito, operada por la estatal PDVSA, y agradeció a Irán por su apoyo durante la crisis, que ha obligado a los venezolanos a esperar en largas filas para obtener gasolina.
El suministro iraní ha sido criticado por Estados Unidos, debido a que ambos países miembros de la OPEP están bajo sanciones. Un funcionario estadounidense dijo a principios de mayo que la administración del presidente Donald Trump estaba considerando respuestas al envío, lo que provocó que el gobierno iraní advirtiera a Washington contra cualquier acción militar.
Las embarcaciones no parecen haber encontrado ninguna interferencia durante su recorrido.
El segundo embarque, a bordo del tanquero Forest, cambió su destino a un puerto que sirve a la refinería Cardón, la segunda mayor instalación del país sudamericano, donde se espera que atraque el martes, según dos fuentes y los datos de Eikon que muestran su trayectoria.
Mientras recibe la gasolina y componentes importados para la producción de combustibles, PDVSA está trabajando para recuperar parte de la capacidad de refinación doméstica que ha perdido en los últimos años debido a mala gestión, falta de suficiente personal calificado y demoras en el mantenimiento debido a las limitaciones que han creado las sanciones de Estados Unidos.
La petrolera venezolana, cuya capacidad de refinación alcanza 1,3 millones de barriles por día (bpd), aumentó el procesamiento de crudo para la producción de combustibles a unos 215.000 bpd en mayo desde 110,000 bpd en marzo, según fuentes y datos internos de la compañía.
Reuters