Francia dará un paso más hacia el regreso a la normalidad con la reapertura el próximo martes de sus restaurantes, cafés y museos, pero con restricciones, sobre todo en París, y bajo estrictas medidas de precaución para evitar un rebrote de coronavirus.
“Aunque debemos permanecer prudentes, las noticias son buenas en el ámbito de salud”, dijo el jueves el primer ministro, Edouard Philippe, al presentar la segunda fase de desconfinamiento que entrará en vigor el 2 de junio.
Francia, que suma hasta la fecha cerca de 29.000 muertos por el covid-19, registra desde hace unas semanas un descenso del número de decesos y casos graves, una tendencia que persiste pese a la flexibilización del confinamiento que empezó el 11 de mayo.
Ante la urgencia de reactivar la economía, que según los peores escenarios podría experimentar una caída de casi 20% del PIB en el segundo trimestre, el gobierno autorizó a los restaurantes, cafés y bares reabrir sus puertas tras un cierre de más de dos meses.
No obstante, los establecimientos deberán respetar un máximo de diez personas por mesa y los clientes deberán conservar una distancia mínima de un metro entre cada grupo.
En París, fuertemente golpeada por la pandemia y donde el virus sigue circulando más activamente que en el resto del país, se podrá servir únicamente en las terrazas.
Los grandes museos y monumentos, vacíos desde mediados de marzo, volverán a acoger al público, pero el uso mascarillas será obligatorio.
– “La libertad será la regla” –
Pero para volver a recibir turistas, Francia deberá esperar al menos hasta el 15 de junio, fecha en la que el ejecutivo espera una reapertura de las fronteras interiores de la Unión Europea, sin cuarentena.
“Aplicaremos la reciprocidad” si algunos países imponen una cuarentena de 14 días a los franceses, apuntó Edouard Philippe.
En cuanto a las fronteras exteriores, “la decisión se tomará colectivamente con todos los países europeos hacia el 15 de junio”, añadió.
El aeropuerto parisino Orly, cerrado desde el 31 de marzo, reanudará sus vuelos comerciales a partir del 26 de junio.
Asimismo, los 67 millones de franceses, que desde el 11 de mayo solo podían viajar en un radio inferior a 100 kilómetros del lugar de domicilio, podrán circular libremente por todo el territorio.
“La libertad será la regla y la restricción la excepción”, señaló Edouard Philippe.
Igualmente los grandes parques de París, como el de Buttes Chaumont o Montsouris, pulmones verdes de la capital francesa, abrirán sus puertas la próxima semana.
La reapertura de estos espacios verdes en una de las capitales más densamente pobladas del mundo era un tema de disputa entre la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, favorable a la reapertura, y el gobierno, que se oponía a hacerlo para evitar concentraciones de personas.
Para mitigar los riesgos de una segunda ola de contagios, los franceses podrán descargar a partir de la próxima semana una aplicación para teléfonos móviles diseñada para rastrear a las personas que han estado en contacto con contagiados.
La aplicación, llamada StopCovid, recibió el miércoles el aval del parlamento, pese a que varias organizaciones de defensa de las libertades se han posicionado en contra.
“No es una arma mágica contra la epidemia pero nos ayudará luchar más eficazmente contra ella”, dijo Edouard Philippe.
AFP