Cómo muchas madres en Venezuela soy madre soltera, que día a día lucha para dar a sus hijos lo mejor en medio de tantas dificultades. Creo que muchas de ustedes, estimadas lectoras, se verán reflejadas en estas pequeñas líneas.
Los días inician muy temprano, la mayoría de ellos sin electricidad…. Comienza así el primer reto a superar ¿Qué haré de desayuno?, Con mucho sacrificio logro reinventarme y hacer algo que medianamente supla los requerimientos nutricionales de mis hijos, algunos días este reto es mayor, la despena esta con las reservas en cero, sumado a la falta agua, luz y gas.
El día sigue avanzando, y se presenta un segundo reto, guiar a mis hijos en esta nueva etapa “Escuela en Casa”, la verdad, aunque gracias a Dios y a mi madre soy profesional (Médico Veterinario), este reto es cada día más complicado de cumplir, producto del desgaste físico y psicólogo de la cuarentena social, tanto para mis hijos como para mí, aunado, a que no domino todos los contenidos y muchas veces no tenemos como investigar por la ausencia de luz e Internet (en ese momento pienso en tantas madres que no tienen como acceder a esta herramienta). Pero de una u otra manera la mayoría de los días vencemos los obstáculos y superamos este reto.
A la par, surge el tercer reto, el almuerzo familiar… Tenemos “suerte” dicen las vecinas, ¡llegó la luz!…. corramos para hacer todos los oficios pendientes e investigar los contenidos que aun faltan para completar las tareas de los niños. Eso no puede ser cuestión de “suerte”, es un derecho que debemos exigir con más fuerza cada día.
Para cumplir medianamente con el tercer reto vuelvo a la despensa, y me doy cuenta que debo salir a comprar para completar el menú, iniciando así el cuarto reto, miro la cuenta del banco y salgo con la intención de caminar lo más que pueda para adquirir los productos al menor precio, siendo en estos momentos casi imposible cubrirlo, llego a casa agotada y muchas veces con menos de la mitad de lo que necesitaba comprar.
El día continúa avanzando y más retos voy enfrentando, podría escribir páginas enteras, pero la idea de estas líneas no es contar mi historia, es llamar a la reflexión a todas las madres venezolanas, que igual que yo, luchan diariamente por sus hijos, usemos la fuerza que nos impulsa cada día, para conquistar el reto vital para todas, debemos organizarnos y exigir juntas la salida del estado criminal que nos oprime.
Como un solo bastión exijamos que se constituya una coalición liberadora que nos permita desalojar al tirano y a sus mafias de raíz. Alcemos la voz en cada espacio donde nos encontremos y exijamos a la Asamblea Nacional que active el artículo 187#11 y a los aliados internacionales el principio de responsabilidad de proteger (R2P) para los venezolanos.
Que nuestra lucha inspire a otros, no solo para superar retos sino a que juntos y organizados, logremos nuestra tan anhelada libertad.