El régimen chavista de Nicolás Maduro pretende, por enésima vez, emplear el “carnet de la patria” como una herramienta de control social que le ayude a controlar el consumo de un producto en particular: la gasolina.
lapatilla.com
Tras el nuevo esquema para la venta de combustible en el país, diferenciado entre el producto subsidiado u el ofertado a precio internacional, surgen nuevas dudas y una seguridad, el control del régimen de Maduro sobre la gasolina se mantendrá intacto.
En primer lugar, se ofrecerán hasta 100 litros a tasa subsidiada, establecida en cinco mil bolívares por cada litro. A partir de allí, para cualquier consumo extra se deberá cancelar la tarifa de 50 centavos de dólar por cada litro.
Maduro ha anunciado que al menos por noventa días se sostendrá este esquema y, tras este período, espera instalar el pago de “subsidio directo” por medio del carnet de la patria.
La tarjeta chavista ha funcionado para controlar rígidamente la distribución de las cajas Clap, así como para incluir a los venezolanos en el sistema patria, una plataforma de vigilancia social que pretende ensancharse a través del registro de nuevos conductores y vehículos.
El especialista financiero Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, calificó el plan chavista como “una nueva versión del sistema cambiario Cavidi Vs. paralelo”, en referencia a la ya conocida venta de divisas, especialmente dólares, en el mercado paralelo.
“No hay que explicar mucho la consecuencia: arbitraje, corrupción, esquema perverso de incentivos”, sentenció.
Gasolina subsidiada con cupo. Gasolina a precio internacional. Una nueva versión del sistema cambiario “Cavidi vs paralelo”. No hay que explicar mucho la consecuencia: arbitraje, corrupción, esquema perverso de incentivos. Bienvenidos al “cadivi energético”. #PobrePaís
— Asdrúbal R. Oliveros (@aroliveros) May 31, 2020