Alberto Rottura, uno de los estilistas más famosos de NYC, murió después de una batalla de varias semanas con el coronavirus y totalmente aislado en un hospital debido a los riesgos de contagio, informó su familia.
Su exclusiva lista de clientes incluía a la legendaria Judy Garland, el multimillonario ex alcalde Michael Bloomberg y los autores Mary Higgins Clark y Tom Wolfe.
Rottura, de 77 años, falleció el 25 de mayo en el Hospital Lenox Hill, donde había estado luchando contra el COVID-19 desde principios de abril.
Hijo inmigrante de un enólogo italiano, Rottura se mudó a Manhattan cuando era adolescente en 1960, antes de convertirse en ciudadano estadounidense y abrir su primer salón a los 23 años, dijo su hijo Gianluca Rottura.
“Era un verdadero hombre del renacimiento”, afirmó su hijo al New York Post. “Realmente amaba a la gente y fue muy, muy generoso con todo por lo que trabajó, que fue mucho”.
Rottura, quien estudió peluquería en París y Londres, se hizo amigo de Garland al principio de su carrera y viajó por el mundo con ella como su estilista personal durante dos años.
Su salón, “Alberto Dei Montecchi” en Madison Ave. y 78th St., eventualmente traería clientes que incluían a las figuras más prominentes de la ciudad, incluyendo políticos, empresarios e intelectuales.
“Muchos de los hombres que atendemos aquí suelen ser el esposo, el novio o el amante de una de las mujeres que son nuestras clientes”, dijo Rottura a The New York Times en 2008.
Hablaba cinco idiomas y se convirtió en un elemento fijo en su comunidad del Upper East Side, donde también tuvo otros negocios: el famoso restaurante Sistina y la tienda de vinos “In Vino Veritas”, ubicada en First Ave y ahora dirigida por sus hijos.
También era dueño de bienes raíces y dejaba que algunos de sus inquilinos pagaran poco o nada de renta, porque entendía las dificultades de la vida en la ciudad, dijo la familia.
“Tenía un chico en un apartamento y no le cobró casi nada”, dijo Gianluca. “Lo dejó vivir prácticamente sin alquiler… porque se sentía mal”.
A Rottura le sobreviven sus hijos, su esposa Liliana, dos nietos, dos hermanos y varios sobrinos.
Gianluca dijo que la parte más difícil es saber que su padre murió solo, incapaz de recibir visitas debido a una política estricta de mantener a los pacientes aislados para controlar la propagación del virus.
“Estaba solo en una habitación, con una lona de plástico a su alrededor”, dijo su hijo. “No pudimos verlo. Las únicas personas con las que tuvo contacto parecían astronautas. “Era un tipo muy social… esto era exactamente lo contrario de quién era”.
Nueva York sigue siendo el estado más afectado del país. Al momento suma 381,861 contagios y 30,044 muertes.