“Cuando entré a la cárcel decía salgo mañana… Creo que estuve nueve meses, pero para mí eso fue un día porque decía ‘mañana salgo, mañana salgo’. Esa fue me idea, y se te fueron nueve meses”. René Higuita había quedado en el foco de los escándalos para 1991 cuando se conoció que había visitado al narcotraficante Pablo Escobar en la cárcel llamada La Catedral, pero para 1993 todo explotó: fue detenido acusado de intermediar para solucionar un secuestro.
Por: Infobae
Si bien fue liberado a comienzos de 1994, aquella situación lo hizo mirar por televisión el recordado 5-0 de Colombia sobre Argentina en septiembre de 1993 y lo excluyó de la citación para la Copa del Mundo del 94.
“Cuando empieza la persecución con Pablo Escobar, empiezan a agarrar a todos sus amigos; ¡y yo no era ni amigo de Pablo Escobar! La misma gente me volvió amigo cuando fui a visitarlo a La Catedral. En definitiva: cuando me agarraron me dice, usted no puede intermediar, esto le da de cinco a siete años porque usted no es nadie. Me hablaban a mí de la ley 40, qué mierda voy a saber de la ley 40”, rememoró en una nota con Fox Sports Radio sobre el evento que lo llevó a prisión. La Fiscalía, por entonces, lo señaló como mediador para liberar a la hija secuestrada de Luis Carlos Molina Yepes, señalado como un enlace financiero del propio Escobar.
La Ley 40 tenía como uno de sus puntos la “el delito de omisión de denuncia contra la libertad individual”, del que se lo acusó al creador del Escorpión que por entonces jugaba en Atlético Nacional. “Recuerdo que dentro de eso, a los 8 días prácticamente, a mí me dicen usted está por la ley 40, la ley antisecuestro. Entregueme a Pablo Escobar y usted no tiene delito. Eso fue en definitiva mas o menos lo que sucedió. A mí lo que se me viene a la cabeza… A mí juzguenme por la ley 40, no me juzguen por sapo. Dios mío. Se me vino el mundo encima. Me esposaron, me montaron en dos helicópteros. Uno iba esposado y en el otro me escoltaban. Me llevaron a la ciudad de Bogotá, que esto no se lo han hecho ni al peor narcotraficante. Al único que se lo hicieron fue a René Higuita”, relató.
René reconoció que fue un momento “duro” de su vida y revivió: “Ni qué contarle lo que se vivió en la cárcel. Cuando llegaban, seguían insistiendo: usted sabe… ¿qué voy a saber? Eso también le dije, aun sabiendo no les digo porque eso no es problema mío, es problema de ustedes. Dejenme a mí hacer la parte que me corresponde que es el fútbol”.
“Claro que no es fácil estar en la cárcel. Pero también es satisfactorio uno estar en la cárcel, cuando algún día soñó en intermediar, en ser una persona útil a la sociedad y que después los políticos lo castiguen a uno y lo metan en la cárcel como diciendo “usted hizo algo malo”. Y al término de eso decir “no, usted no hizo nada, prácticamente nos equivocamos”. Había otros intereses de por medio, más políticos, donde es un tema que yo casi no entro. Casi por obligación empecé a conocer un poco de política y cómo se manejaban muchas cosas de acuerdo a los grupos políticos”, advirtió.
“A mí siempre me han tratado con ese cariño, con ese respeto, donde he estado. De pronto, las mismas autoridades sabían que yo era inocente”, recordó sobre su paso por la cárcel Modelo de Bogotá.
“Para conclusión de este tema y esta persecución que vivió Pablo Escobar: yo no estuve exento de todo lo que pasaba en nuestro país. Entonces, ¿qué pasa? Se junta lo de la liberación de la niña y se junta que yo había ido a La Catedral. En un momento determinado, como yo, siendo un niño cuando Pablo Escobar iluminaba las canchas, ¿cómo no agradecer eso? Si no había. Y a la gente se le olvida que Pablo Escobar también fue un congresista y estuvo en el congreso de la República”, subrayó.
Sobre su vínculo con el narcotraficante que fue abatido en los tejados de unas casas en Medellín a fines de 1993, señaló: “Nosotros los deportistas somos queridos por toda la gente y más en nuestro país. Acá hay guerrilla, narcotráfico que son paramilitares. Estos grupos, todos nos querían. No hay nada difícil en que yo sea el amigo de todos. Cada uno de estos grupos puede, de pronto, juntar o de pronto en algún momento si salgo en una foto con Álvaro Uribe Vélez (ex presidente colombiano), me van a decir que soy político. Si salgo con la guerrilla, me van a decir que soy guerrillero. Si salgo con Pablo Escobar, me van a decir que yo soy narcotraficante. Pero pocas veces, como yo soy religioso, me dicen que soy el Papa o católico”.