El profesor William Anseume, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Simón Bolívar, se pronunció contra los nuevos y reiterados ataques a las casas de estudio:
“Hemos visto como se ha venido, reiteradamente, atacando los espacios académicos de las universidades venezolanas. Pareciera demostrarse un odio al conocimiento, a las ciencias, con apoyo o una especie de dejar hacer desde el poder. Esto porque no apreciamos avances en las posibles investigaciones, ni detención alguna de los delincuentes que han operado en función de la destrucción de esos espacios. Sobran las muestras de este accionar. Ha ocurrido recientemente en la UCV, donde han sacrificado ganado que sirve de materia de estudio, de investigación, en edificaciones de la ULA, en la UCLA, en la Universidad de Carabobo. Indescriptible lo que ha venido ocurriendo en la UDO- Sucre. Ver en llamas una biblioteca, a sabiendas de que esos destrozos tienen por detrás manos y mentes criminales, es una desproporción del horror que puede causar este tipo de agresiones físicas sobre los bienes materiales de las universidades, hechos que buscan atemorizar a los universitarios tanto como a la ciudadanía en general. Sin actos terroristas indudablemente. Han causado el debido estupor no sólo de la comunidad científica y académica sino también en toda la nación ajena a la delincuencia y el crimen. Queremos expresar nuestra solidaridad más plena para con las instituciones hermanas así agredidas’.
Prosiguió, para concluir, Anseume: “El otro aspecto que no puede soslayarse es el de la violación de la autonomía universitaria. La confiscación de un autobús universitario, a la par de una apropiación indebida de un bien que cumple funciones para la academia, para la educación, constituye una violación flagrante de la autonomía de la Universidad de Oriente, núcleo Sucre. Los funcionarios policiales y de gobierno en general se creen poseedores de poderes supremos para ingresar cuando les provoque a nuestros campus o para arrebatar bienes de las universidades. Consideramos, nuevamente, que este tipo de acciones vandálicas y de atropello a la autonomía debe investigarse hasta sus máximas consecuencias; los causantes deben recibir todo el peso que la ley imponga. Está denuncia debe tener un alcance tanto nacional como internacional, por cuanto los desmanes son demasiados, lucen dirigidos, y causan estragos irreparables a las universidades y la vida educativa del país”.
Nota de prensa