Siete días después de continuo malestar, resfriado y fiebre, E.L.G confirmó su peor sospecha: dio positivo por coronavirus. A primera hora del domingo 25 de mayo, decidió trasladarse con el pecho trancado hasta el Hospital Universitario de Maracaibo, uno de los 47 centros asistenciales del país designados como “centinelas” por el gobierno de Nicolás Maduro para atender la pandemia del COVID-19. Tras ser detectado el virus mediante una prueba rápida, el zuliano de 52 años debió esperar por atención médica unas cinco horas de pie y a ratos sentado, aislado sin poder ver a su familia. Al filo de la angustia, fue llevado a un motel en la avenida 63A de la ciudad donde no había enfermeros ni medicinas. Permaneció varias horas en una habitación sin ventanas, aire acondicionado, agua potable ni comida. Hasta que por sus reclamos fue devuelto a las 11:30 de la noche al hospital centinela, el único habilitado para la capital zuliana que cinco días más tarde fue intervenido por la gobernación del Zulia tras admitir la crisis y confirmarse de un solo golpe 107 casos de contagio.
Por alianza.shorthandstories.com
Pero de vuelta en el Hospital Universitario, el paciente con coronavirus no corrió con mejor suerte. Tuvo que pasar su primera noche sentado y buena parte del día siguiente mientras se liberaba una cama hospitalaria. No hubo rayos x, analgésicos, ni exámenes ni pruebas de oxígeno. El único acetaminofén que pudo tomar se lo llevó su esposa así como el agua y los alimentos.
El hecho de que E.L.G, paciente COVID-19 de Maracaibo, haya tenido que esperar casi 48 horas por una camilla -que no cama- y fuese ruleteado entre un hospital sin camas disponibles y un hotel sin los requerimientos mínimos ni personal de salud, habla de las condiciones en la que se encuentra uno de los principales centros asistenciales escogidos por la administración de Maduro para hacerle frente a la pandemia en el país.
“No nos están atendiendo. Desde que estamos aquí, no hay nada de medicamentos, no hay enfermeras. Se acaba de morir un paciente que tiene varios días y no lo atienden” narra un paciente del piso 5 del HUM mientras entra en una habitación donde yace un hombre en una camilla sin sábanas, con ojos cerrados y un tapabocas. “Aquí está el hombre que falleció. Por favor, ayúdennos”. El video, que se viralizó en redes el 4 de junio pasado, escenifica el colapso de este centro asistencial que se convirtió en el foco de COVID-19 más grave en Venezuela y produjo la remoción de su directiva.
#ATENCIÓN Video del piso 5 del Hospital Universitario de Maracaibo donde llevan a los sospechosos de COVID 19. Un hombre yace muerto y no retiran el cadáver. No hay personal médico ni asistente. #3jun pic.twitter.com/S8ahMGFbXC
— Maryorin Méndez ?? (@maryorinmendez) June 3, 2020
El inventario oficial de los 47 hospitales centinelas al que tuvo acceso la Alianza Rebelde Investiga (ARI) demuestra que tanto el equipamiento hospitalario, personal médico y dotación de servicios básicos resultan insuficientes para tratar una pandemia de la magnitud del COVID-19 en Venezuela, cuya curva de contagios saltó 93% en la última semana de mayo al pasar de 944 a 1818 casos confirmados. Se trata de un reporte confidencial de los centros de salud ubicados en Caracas y 23 estados del país recabado por el Ministerio para la Salud en vísperas del estado de alarma decretado el 13 de marzo pasado, por Nicolás Maduro ante a la llegada del coronavirus al país.
El detallado informe que el Ministerio de Salud ha mantenido en reserva mide valores de pronóstico reservado: el número de camas disponibles para atender a pacientes con COVID-19 se ubica en 943, lo que representa 0,031 por cada mil habitantes; sólo 55% (26 de 47) de los hospitales centinelas cuentan con rayos X; 43% (20 de 47) no tienen los kits de bioseguridad para proteger al personal médico, o están incompletos; un 57% tiene un suministro de agua contínua; y solo hay 15 ambulancias operativas para toda la red nacional pública de centinelas en el país.
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