Una llamativa lagartija con un cuerno en la nariz ha sido reencontrada en la isla de Sumatra (Indonesia) después de casi 130 años sin ser avistada. La especie se conocía por un único animal capturado y disecado en los años 1891 por el biólogo italiano Elio Modigliani, de quien obtuvo posteriormente su su nombre.
Por: RT
Hace dos años un investigador halló por casualidad un cadáver del ‘Harpesaurus modiglianii’ en el antiguo cráter del supervolcán Toba y no pudo identificarlo por sí solo. Entonces, lo llevó a otros expertos que lo compararon con la primera muestra guardada en un museo de Italia.
La lagartija de cuernos de nariz de Modigliani (Harpesaurus modiglianii) es una de las más raras del mundo. Solo se la conocía por un único ejemplar recolectado en Sumatra en 1891. Recientemente se descubrió y redescribió una población y se proporcionaron datos sobre su hábitat. pic.twitter.com/gHAb5qhutl
— Matias Pandolfi (@MatiasPandolfi) May 24, 2020
El veredicto fue que ambos cuerpos pertenecían a una misma especie, de la que los biólogos creían extinta durante décadas.
No obstante, hubo una diferencia entre ambos especímenes que no pudo pasar desapercibida: el color, dado que el lagarto de Modigliani era azul claro, mientras que el nuevo era verde. Los científicos ofrecieron dos posibles explicaciones a esto: el estado de preservación de la antigua muestra y la capacidad del animal de variar colores.
Sin embargo, el estudio sobre el redescubrimiento del reptil, publicado a finales de mayo pasado en la revista indonesia Taprobanica: The Journal of Asian Biodiversity, no se enfocó en los cadáveres, sino en un hallazgo nuevo.
El biólogo Chairunas Adha Putra, quien había encontrado la lagartija muerta, regresó al lugar para buscar una viva y tuvo éxito meses después. Esta vez, el breve cautiverio no le costó la vida al lagarto: Putra le tomó fotografías, medidas, observó su comportamiento y la liberó ese mismo día de captura.
Aunque el reptil del cuerno nasal deja de considerarse como extinto, corre todavía el peligro de desaparecer definitivamente.
Los autores se muestran preocupados por su futuro, porque los bosques donde encontraron el ejemplar vivo están amenazados por una intensa tala de árboles y la presencia de maquinaria pesada. Las autoridades que gestionan las tierras estiman que se debería “pensar en proteger el hábitat de H. modiglianii y otros raros taxones de montaña y aplicar rigurosamente las leyes existentes, especialmente las relacionadas con la tala”.