En una plenaria de Cardenales celebrada en Roma este martes 16 de junio se aprobó la beatificación Dr. José Gregorio Hernández, por lo que este mismo fin de semana podría ser anunciado por el Papa como nuevo santo del catolicismo.
El Padre José Palmar difundió esta información en su cuenta de Twitter y acotó que el único paso restante es que el Papa Francisco coloque su firma y anuncie públicamente la beatificación, que ocurriría una semana antes de la conmemoración de su fallecimiento, ocurrido el 29 de junio de 1919.
«Hoy 17 de Junio en Roma, se dio el último paso para la Beatificación del Dr. José Gregorio Hernández. Voto unánime de la consulta cardenalicia. Solo se espera que el Papa Francisco firme y se anuncie públicamente este fin de semana. El 29 junio se conmemora su fallecimiento accidental», indicó.
Hoy 17 de Junio en Roma, se dio el último paso para la Beatificación del Dr. José G. Hernández. Voto unánime de la consulta cardenalicia. Solo se espera que el Papa Francisco firme y se anuncie públicamente este fin de semana. El 29 junio se conmemora su fallecimiento accidental. pic.twitter.com/elYDuNHvyE
— Padre José Palmar (@PadreJosePalmar) June 18, 2020
Desde 1949 las autoridades católicas y los creyentes de Venezuela han impulsado la causa para llevar a José Gregorio Hernández a los altares. En 1986 se alcanzó un primer paso, cuando el entonces Papa Juan Pablo II lo declaró «venerable».
El proceso ha acelerado su ritmo en la última década y a inicios de año se dio el paso que faltaba para allanar el camino a su beatificación, cuando la comisión de médicos de la Congregación de la causa de los Santos en el vaticano reconoció un milagro del laico venezolano.
La comisión reconoció como milagro la recuperación de Yaxauri Ortega, una niña de 10 años que recibió un disparo en la zona temporoparietal derecha de su cabeza y no fue intervenida sino hasta 50 horas después de la herida, perdiendo masa encefálica en el proceso.
Pese a que los médicos esperaban que la esperanza de sobrevivir de la niña era escasa y que, de hacerlo, arrastraría secuelas como problemas de motricidad, memoria y visión, Ortega fue dada de alta 20 días después de la operación, completamente sana.