Lapatilla
“Esto no se aguanta porque las pérdidas son incalculables debido a que los servicios hay que pagarlos igual y en cuarentena no nos ha exonerado ni el pago de impuestos”, dijo el encargado de un hotel en Macuto.
Tienen 30 habitaciones que condiciones regulares la ocupación eran hasta un 50% con precios desde 10$ hasta que la pandemia los obligó a cerrar en marzo y solo quedaroncon tres empleados de 20 que tenían: El encargado de recepción, uno en mantenimiento y uno de seguridad.
Las tarifas serán revisadas y ajustadas para poder cumplir con los pagos y recuperarse después de más de tres meses sin ingresos. Y siguen cuasi cerrados.