Apenas apoyó los pies sobre el césped mojado del patio de la casa, el joven sintió la furia de los perros y ya nada pudo hacer para evitar el ataque. Los dos animales iniciaron una desigual pelea que terminó con la muerte de Dilan Escudero (19), que había entrado a la propiedad de 85 y 27, del barrio Altos de San Lorenzo, en La Plata, con intenciones de robar. El más violento era de raza pitbull y la Policía tuvo que sacrificarlo para auxiliar al intruso.
Por Clarín
El sangriento episodio ocurrió el sábado a la hora de la siesta, en una vivienda deshabitada, a medio terminar. Los gritos desesperados de la víctima alarmaron a los vecinos. Uno de ellos trató de calmar a los animales desde la vereda e incluso les arrojó un balde con agua. Fue un intento infructuoso. Después llamaron al 911 y a los 15 minutos la Policía tuvo que romper una puerta para acceder a la propiedad.
Cuando llegaron los agentes, el pitbull todavía tenía la “mandíbula trabada” sobre el muslo de Escudero. Aunque hicieron disparos de intimidación al aire, no lograron que el perro soltara a su presa. Fue entonces que uno de los oficiales disparó a la cabeza de la mascota. El otro era un perro mestizo, de porte mediano. También tuvieron que darle un disparo para controlarlo, aunque no murió.
Según explicaron expertos veterinarios, los pitbull son perros de caza que “acostumbran a mantener mordida su presa hasta que cae”. La fuerza que ejercen las mandíbulas puede llegar hasta 105 kilogramos.
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