Buena suerte respirando con calma después de esto.
Una tormenta de polvo particularmente severa del desierto del Sahara se está acercando al sur de los Estados Unidos, según muestran imágenes satelitales.
Y los penachos de polvo inusualmente densos de África podrían dificultar la respiración de algunos, lo que podría ser especialmente preocupante para aquellos que ya luchan con problemas respiratorios debido a complicaciones del coronavirus.
Las plumas fueron generadas por vientos feroces que soplaban a través del Sahara y levantaban nubes de partículas de arena. Esta tormenta de polvo ya ha acribillado la visibilidad en el Caribe. En Barbados, por ejemplo, la capa de polvo es tan densa que los expertos han emitido una “advertencia severa de bruma de polvo”, según CBS News.
Más allá de estresar a los conductores al limitar la visibilidad, la nube de polvo del Sahara está causando que la gente sude por una razón más obvia: según un estudio publicado en ScienceAdvances , tales pantallas arenosas pueden contribuir al calentamiento de nuestra atmósfera.
En Miami, los residentes ya han comenzado a ver los efectos del polvo, lo que ha creado un inusual anochecer dorado, como señaló en Twitter Brian McNoldy , investigador asociado de la Universidad de Miami.
Sin embargo, el astronauta Doug Hurley vio una imagen muy diferente. Fotografió la nube de polvo del Sahara desde el interior de la Estación Espacial Internacional.
Se espera que el polvo llegue a estados de la costa del Golfo como Texas y Louisiana el miércoles y jueves.
Los expertos dicen que el polvo podría agravar a las personas con problemas respiratorios existentes, como asma o, más recientemente, COVID-19. Algunos incluso advierten que el polvo podría generar síntomas de alergia similares a los síntomas del coronavirus.
La tormenta trae “una masa de aire caliente, con muy poca humedad, que a su vez contiene materiales biológicos y químicos que son potencialmente dañinos para la salud respiratoria”, dijo a Nueva York Ibis Montalvo Félix, experto en asma del Departamento de Salud de Puerto Rico. York Times . “Este fenómeno, una recurrencia anual en la isla, se considera un desencadenante ambiental de los síntomas de asma”.