El gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo esta semana que el coronavirus se está propagando allí “a un ritmo inaceptable”, pero un cierre total “siempre será la última opción” para el Estado de la Estrella Solitaria.
Abbott dio un nuevo tono urgente durante su conferencia de prensa del lunes en el Capitolio de Texas en Austin, informó The Texas Tribune.
“Para decir lo obvio, COVID-19 ahora se está extendiendo a un ritmo inaceptable en el estado de Texas, y debe ser acorralado”, dijo Abbott. “Tenemos varias estrategias para reducir la propagación sin cerrar Texas de nuevo, pero depende de todos nosotros hacer nuestra parte para protegernos a nosotros mismos ya los demás”.
Durante 11 días consecutivos, Texas rompió su propio récord de la cantidad de personas hospitalizadas con el virus. El lunes, ese número fue de 3.711.
El estado también registró su mayor número de casos diarios, 4.430, el sábado, según el Tribune.
El gobernador no introdujo ninguna política nueva ni detuvo la reapertura de las empresas de Texas, sino que enfatizó las pautas voluntarias que alientan al público a usar desinfectante para manos, practicar distanciamiento social y usar una máscara facial, e instó a aquellos que están enfermos o en riesgo a quedarse en casa.
También prometió que el estado podría abordar los números crecientes “sin tener que volver a las políticas de quedarse en casa”.
“Los tejanos han demostrado que no tenemos que elegir entre trabajos y salud, podemos tener ambos”, dijo. “Podemos proteger vidas mientras también restauramos los medios de vida. Juntos, mantendremos seguros a los tejanos y mantendremos nuestro estado abierto para los negocios “.
Las estrategias de Abbott incluyen el aumento de la aplicación de la ley en lugares que atraen a grandes multitudes, como bares, “pruebas crecientes en áreas que pueden ser puntos calientes” y la coordinación con los hospitales para asegurarse de que puedan manejar una afluencia de pacientes con coronavirus, según el informe. .
También enfatizó la importancia de usar máscaras, según el medio local.
“Sé que algunas personas sienten que usar una máscara es inconveniente o es como una violación de la libertad, pero también sé que usar una máscara nos ayudará a mantener abierto a Texas”, dijo Abbott.
Pero se alejó de la idea de un mandato de máscara en todo el estado, diciendo que la flexibilidad debe estar en su lugar para diferentes partes del gran estado.
Los demócratas criticaron al gobernador por no tomar medidas decisivas, así como por ignorar las preocupaciones de que el estado está reabriendo demasiado rápido.
“En cambio, el gobernador decidió escuchar su base marginal de la derecha por consejo de expertos médicos”, dijo el presidente del Partido Demócrata estatal, Gilberto Hinojosa, en un comunicado obtenido por el Tribune.
Un total de 117,790 casos de coronavirus y 2,207 muertes han sido reportadas en todo el estado hasta el martes por la mañana, según la Universidad Johns Hopkins.