La organización indígena de la cuenca del río Caura Kuyujani denunció que 26 indígenas del alto Caura y alto Erebato, en el municipio Sucre del estado Bolívar, murieron por complicaciones asociadas a la malaria durante la cuarentena por la COVID-19. En un comunicado difundido el fin de semana piden inmediata atención ante esta situación que pone en peligro la vida de los pueblos sanemá y yekuana.
Por María Ramírez Cabello / correodelcaroni.com
En el escrito, señalan que a partir del inicio de la cuarentena se han visto en una situación “muy complicada” en materia de salud, pues viven aislados de la población urbana. Además, denuncian el nulo suministro de combustible, incluso para atender las emergencias médicas y el retorno de indígenas que se encuentran varados en la población de Maripa desde hace ocho meses por falta de gasolina, incluido personal de salud.
“La situación de salud nos preocupa seriamente, nos han reportado que hay un paciente desde hace un mes que se encuentra en la comunidad Santa María de Erebato; por falta de combustible no se ha podido referir y se encuentra muy grave; se ha reportado el caso ante el Instituto de Salud Pública de Bolívar y no ha habido respuesta”, indican.
En este apartado, mencionan que 12 indígenas sanemá de las comunidades Ayawaiña, Troncon y Yudi en el alto Erebato murieron recientemente “producto de complicación de la malaria”. “Igualmente sucedió en las comunidades sanemá y yekuana de alto Caura Shimadaiña Sudukumaña, Chajudaiña y Kanadakuni, han fallecido 14 personas desde el mes de abril a junio del presente año”.
“Solicitamos inmediata atención de nuestro clamor por la salud por parte de los organismos competentes a las comunidades afectadas”, indican. Correo del Caroní intentó comunicarse con el Instituto de Salud Pública del estado Bolívar (ISP) pero no obtuvo respuesta.
Hasta el 23 de mayo de 2020 se contabilizan 49.487 casos de malaria en el estado Bolívar, de acuerdo con el boletín regional de Salud Ambiental emitido por el ISP. La cifra es 54% inferior al registro del mismo periodo de 2019.
No obstante, el segundo lugar con mayor incidencia malárica en Bolívar hasta la semana epidemiológica 21 (del 17 al 23 de mayo) es Guarataro, en el municipio Sucre. De las etnias indígenas, la yekuana es la tercera más afectada en el año con un registro de 128 casos.
Las complicaciones se presentan en medio de la cuarentena por la pandemia de la COVID-19, que preocupa a las comunidades indígenas sanemá y yekuana. “Para prevenir el coronavirus no contamos con el personal preparado, los ambulatorios no cuentan con los medicamentos e insumos para atención de nuestras comunidades en caso de que exista un caso”.
En el estado Bolívar, la etnia pemón suma -hasta este 23 de junio- 126 casos de COVID-19 en cuatro comunidades cercanas a la frontera con Brasil, de acuerdo con el ministro de Salud, Carlos Alvarado. La atención a la población indígena fue un reclamo de distintas organizaciones nacionales e internacionales, debido a las debilidades del sistema de salud en estas zonas y la presencia de foráneos que representan un riesgo.
Kuyujani informó que ha hecho solicitudes de despacho de combustible a Pdvsa en Puerto Ordaz, pero hasta ahora no han recibido respuesta. “Vemos que solo se despachan (a) los vehículos y para los indígenas del Caura sin despacho ni siquiera para la emergencia de salud”, indican, al tiempo que solicitan un mecanismo de suministro especial de combustible que permita el retorno de decenas de indígenas varados en la localidad de Maripa, en el municipio Sucre.
302 indígenas varados
La asociación indígena Kanadakuni, de la parroquia Aripao en el alto Caura, precisó que hay 302 indígenas varados en Maripa -desde noviembre de 2019- sin posibilidad de volver a sus comunidades por falta de combustible. En el grupo hay 119 mujeres; 91 niños y adolescentes; 7 agentes de salud comunitaria; 5 docentes y 4 capitanes. Los afectados carecen de recursos económicos para alimentarse y no cuentan con acceso a medicinas.
El comunicado, firmado por al menos tres capitanes indígenas, es dirigido a las autoridades civiles y militares del estado Bolívar, al Ejecutivo nacional, a las agencias del sistema de Naciones Unidas en Venezuela, organizaciones humanitarias y defensoras de derechos humanos “ante la pérdida acelerada de nuestra seguridad, salud, estilo de vida tradicional y respeto a nuestros derechos indígenas y derechos humanos en general, producto de la cuarentena social por la pandemia del COVID-19, situación que agrava y profundiza aún más nuestro sufrimiento, angustia y miedo por la pérdida de capacidades de nuestros hogares indígenas para cuidarnos y sobrevivir a la emergencia humanitaria que se presenta en Venezuela”.
Resaltan que desde noviembre de 2019 han agotado los canales oficiales para solicitar acceso al combustible para el traslado fluvial en curiaras y motores fuera de borda hasta sus comunidades, pero no han recibido respuesta. “Sin embargo, vemos que desde hace varias semanas se despacha combustible a vehículos y motos en la gasolinera de Maripa, mientras la población indígena se le niega su legítimo derecho de acceso al combustible”.
En ese sentido, solicitan un operativo especial de despacho de combustible y lubricantes para el traslado a 14 comunidades del bajo, medio y alto Caura, en la parroquia Aripao del municipio Sucre. Precisan que requieren 22.200 litros de combustible y 50 cajas de aceite fuera de borda. “Los líderes ye’kwana que estamos en Maripa disponemos de 20 embarcaciones tipo curiaras con sus motores listos para trasladar a las 302 personas”.
A la par, solicitan medicinas, antimaláricos, pruebas rápidas, equipos de protección como tapabocas y guantes, y artículos de higiene personal y hospitalaria para prevenir la COVID-19 en los 14 ambulatorios rurales tipo 1 operativos. También piden reactivar las jornadas de vacunación.