El presidente ruso, Vladímir Putin, llamó hoy a crear un sistema de seguridad mundial para hacer frente a las nuevas amenazas, al presidir en la plaza Roja la parada militar dedicada al 75 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.
“Estamos abiertos al diálogo y a la cooperación en los asuntos más actuales de la agenda internacional. Entre ellos, la creación de un sistema de seguridad fiable y común”, aseguró Putin al dirigirse a los líderes extranjeros y veteranos invitados al desfile, en el que participan más de 14.000 soldados rusos y de otros países.
Putin, quien tuvo que aplazar el 9 de mayo la tradicional parada de la victoria debido a la pandemia del coronavirus, subrayó que dicho sistema de seguridad es lo que necesita “un mundo complejo y que está cambiando a una gran celeridad”.
“Sólo juntos podremos defenderlo (el mundo) de las nuevas y peligrosas amenazas”, proclamó.
El jefe del Kremlin, que pidió un minuto de silencio en memoria de los caídos en la contienda conocida en Rusia como Gran Guerra Patria, subrayó que el Ejército Rojo fue el que hizo una mayor contribución a la derrota de las tropas hitlerianas.
“Debemos recordar que el pueblo soviético asumió la mayor carga en la lucha contra el nazismo (…) En eso radica la principal, sincera y nada turbia verdad sobre la guerra”, dijo Putin, quien recordó que Hitler envió en 1941 a la URSS más del 80 % de sus fuerzas militares y las de sus satélites.
Además de expulsar al invasor, recalcó, el Ejército Rojo liberó Europa, puso fin al Holocausto y salvó al pueblo alemán de la ideología asesina del nazismo, logros que costaron a los soviéticos un “precio incalculable”, ya que en territorio extranjero cayeron cientos de miles de soldados.
“Es imposible imaginar qué hubiera ocurrido con el mundo si no hubiera salido en su defensa el Ejército Rojo”, afirmó.
Recordó que la primera parada de la victoria tuvo lugar, precisamente, el 24 de junio de 1945, acto que pasó a la historia como el triunfo del “bien sobre el mal, la paz sobre la guerra y la vida sobre la muerte”.
Con la excepción del presidente serbio Aleksandar Vucic, sólo asisten al desfile los dirigentes del espacio postsoviético, entre ellos los presidentes de Kazajistán, Uzbekistán y Bielorrusia.
Putin había invitado a la parada del 9 de mayo a los principales líderes mundiales, incluido los de los países derrotados, Alemania y Japón, pero la pandemia de la COVID-19 frustró sus planes. EFE