Rusia negocia la liberación de varios ciudadanos rusos encarcelados en Estados Unidos como el traficante de armas Víctor But, conocido como el “mercader de la muerte“, reconoció hoy la Defensora del Pueblo, Tatiana Moskalkova.
“Este asunto es confidencial. Las negociaciones no han terminado“, comentó Molskalkova a la agencia Interfax.
La esposa de But se mostró la pasada semana dispuesta a dirigirse a las autoridades estadounidenses -el presidente, Donald Trump, y el Congreso- para organizar un canje con Paul Whelan, el estadounidense condenado recientemente en Moscú a 16 años de cárcel por espionaje.
“Quiero recordar que Víctor But lleva en prisión ya doce años y medio. Eso es prácticamente la mitad de la condena que recibió“, explicó Alla But.
Rusia considera “fabricado por los servicios secretos” el proceso contra But, sentenciado, entre otras cosas, por conspirar para matar a ciudadanos estadounidenses y vender armas a la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusa al “mercader de la muerte”, que cumple 25 años de cárcel, de vender a las FARC unos 800 misiles tierra-aire, 5.000 fusiles de asalto AK-47, explosivos C4 y minas antipersonal, entre otras armas valoradas en varios millones de dólares.
Moskalkova también citó hoy entre los presos que son objeto de negociación al piloto Konstantín Yaroshenko, condenado por tráfico de drogas y dijo estar en contacto con su abogado y la familia.
“Esperemos que esta misión humanitaria llegue a buen puerto. He tenido un contacto por vídeoconferencia con Dunja Mijatovic, comisaria de derechos humanos en el Consejo de Europa, y le he planteado este asunto”, señaló.
Fuentes oficiales informaron a Interfax de que Moscú y Washington negocian el canje entre Whelan, por un lado, y But y Yaroshenko, por el otro, para lo que tendrían que ser indultados por los presidentes de ambos países.
Precisamente, Whelan decidió esta misma semana no recurrir la sentencia, según informó su abogado, Vladímir Zherebenko, ya que “no cree en la Justicia rusa”.
“Espera ser intercambiado por rusos condenados en EE. UU. en un futuro próximo”, explicó.
El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, se mostró “indignado” por la condena a Whelan y exigió la “inmediata liberación” del antiguo infante de marina.
El viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, negó que el caso judicial hubiera sido “politizado” y recordó que en otros países el espionaje acarrea penas de prisión “mucho más prolongadas”.
Y aludió a los rusos procesados en territorio estadounidense, que tienen problemas de salud y, según dijo, sólo reciben un adecuado tratamiento médico cuando insiste la embajada o el consulado rusos.
Whelan, de 50 años, fue detenido el 28 de diciembre de 2018 por agentes del FSB en un hotel de Moscú por presuntas “actividades de espionaje” a favor de Estados Unidos.
Las autoridades rusas le acusaron de haber recibido de un conocido un lápiz de memoria que presuntamente “contenía la lista completa de los trabajadores de un servicio secreto” ruso.
EFE