Funcionarios de la petrolera estatal venezolana PDVSA han hablado con contratistas privados sobre la posibilidad de pagar con combustible y subproductos los trabajos de reparación en las refinerías del país, dijeron media docena de personas familiarizadas con las conversaciones.
La posibilidad de una compensación en especie se produce cuando las sanciones de Estados Unidos a PDVSA y los graves problemas de flujo de efectivo en la compañía han complicado su capacidad de pagar a contratistas externos, cuya ayuda requiere para reanudar la producción de gasolina en su red de refinación, con capacidad de 1,3 millones, casi detenida.
La falta de pagos a contratistas ha contribuido a la escasez generalizada de combustible en los últimos meses, que el gobierno del presidente Nicolás Maduro alivió temporalmente al importar gasolina de su aliado Irán.
“Queremos atender un asunto humanitario porque hay mucha gente sufriendo”, dijo una de las personas, que habló bajo condición de anonimato porque las conversaciones aún no son públicas. La escasez ha dificultado que los agricultores cosechen y que los médicos lleguen a los hospitales.
La fuente dijo que las compañías privadas involucradas planearon discutir el plan con la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que hace cumplir las sanciones, para tratar de obtener una licencia que permita las actividades.
El pago en combustible podría allanar el camino para que esos contratistas privados exporten los productos ellos mismos.
PDVSA ha acumulado una deuda considerable con los contratistas debido a la imposibilidad de realizar los pagos prometidos, lo que ha llevado a la suspensión de muchos proyectos y ha dejado a las empresas sin flujo de caja. La petrolera no ha publicado recientemente cifras sobre sus deudas totales con contratistas y proveedores.
La fuente dijo que los productos que PDVSA podría pagar a los contratistas incluyen fuel oil, jet fuel y petcoke, un subproducto del proceso de refinación.
Tal opción de pago con combustible y subproductos podría impulsar las exportaciones de petróleo de Venezuela al eliminar a PDVSA del proceso, apostando así a que los clientes estarían dispuestos a interactuar con empresas privadas no sancionadas. Pero esa parte del plan probablemente no se mantendría sin una licencia OFAC.
El Gobierno del presidente Donald Trump sancionó en los últimos meses a varias compañías petroleras y navieras por tener tratos con Venezuela, en un aumento de la presión en busca de sacar a Maduro de la presidencia.
También estudia medidas contra un magnate naviero venezolano que coordinó un envío de gasolina al país en abril, y quien describió el embarque como “trabajo humanitario”.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos, PDVSA y el Ministerio de Petróleo de Venezuela no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Maduro culpa a las sanciones por la escasez de combustible y los problemas económicos de la nación OPEP.
Washington ha presionado a los clientes restantes de PDVSA para que no envíen gasolina a la nación sudamericana a cambio de crudo, una práctica utilizada durante mucho tiempo para abastecer el mercado interno.
Las sanciones han obstaculizado la capacidad de PDVSA de pagar a los contratistas a través de transferencias bancarias. Los pagos en especie no son el primer método que la compañía ha ideado para superar este obstáculo: el año pasado, pagó a los proveedores y contratistas con euros en efectivo.
Pero el efectivo se ha secado por el desplome de la producción. Venezuela produjo solo 411.000 barriles por día al 15 de junio y un promedio de 421.000 en las primeras dos semanas de junio, según un documento del Ministerio de Petróleo visto por Reuters. Esas cantidades están por debajo de los 573.000 en mayo, según las cifras que el país proporcionó a la OPEP. Reuters