Una de los sectores más afectados por el COVID-19 es la industria aérea, ante el miedo al contagio en espacios confinados, como un avión, cientos de naciones del mundo ordenaron el cierre de algunos destinos, lo que llevó a la restricción de sus operaciones, a la reducción de su personal, a la disminución de los salarios y los beneficios, y, en otros casos, a la quiebra a algunas aerolíneas.
En Estados Unidos, los aeropuertos permanecen desolados albergando apenas el 5 % del número de viajeros, en comparación con los del año pasado. Especialistas en la materia estiman una recuperación pos pandemia sumamente lenta. Helane Becker, analista del banco de inversión Cowen, por ejemplo, se plantea de dos a cinco años antes de que el número de pasajeros regrese a los niveles del 2019 y mientras las aerolíneas norteamericanas se están sometiendo a reducciones de su tamaño del 20 % y hasta del 30 % menos en comparación con el inicio de año.
Delta Airlines eliminó 10 aeropuertos de su red, redujo horarios y salarios, y a los de mayor antigüedad, los sometió a jubilación anticipada, la misma medida de reducción de su capacidad han aplicado algunas aerolíneas europeas y las latinoamericanas.
Con el retorno de las operaciones, aerolíneas y aeropuertos podrían asumir medidas como la automatización de los procesos de chequeo biométrico del pasajero y del equipaje, un recorte en los privilegios de facturación de equipaje, transporte y algunos otros beneficios, los servicios de spa de las salas VIP podrían eliminarse o reducirse, junto a las opciones de alimentos y bebidas. Por un buen tiempo veremos cabinas más limpias, azafatas más distantes, todos los alimentos envasados y las bebidas embotelladas.
De este episodio de la industria de las aerolíneas y su reacción ante la pandemia, pueden extraerse tres (3) grandes lecciones que te ayudarán a ser un dueño de negocios cada vez más fortalecido, previsivo y estratégico.
Asume la previsión como filosofía de vida. Un ser previsivo es aquel que sabe anticiparse a los imprevistos y se prepara con lo necesario para superar las contingencias.
Cuando formas parte de una industria donde todo se da por hecho, que todo se mueve por estadísticas y fórmulas, que se soporta en años de experiencia, se suele menospreciar la realidad, volverse en extremo confiado y conservador, y, por ende, temeroso a los cambios.
Si hay algo que nadie puede perder, sea grande, mediano o pequeño empresario es la capacidad de observar el entorno, de hacer evaluaciones continuas y desarrollar la capacidad de identificar múltiples posibles escenarios futuros, en otras palabras, ser previsivos siempre y no solo en momentos de pánico.
Mira más allá de la obviedad. Ante las dificultades la gran mayoría de las aerolíneas optan por la inyección de capital, sin detenerse siquiera a evaluar la posibilidad de eliminar algún gasto de dinero o de tiempo de forma temporal, o modificar procesos en algunas de las áreas o detectar aquella área del negocio que está generando pérdidas.
De allí que, antes de asumir la solución que luce obvia, considerar distintas alternativas de solución en función de robustecer el negocio.
Asume un enfoque de sistemas. Esta metodología te permitirá tomar decisiones en contexto, anticipando los efectos en cascada de una decisión sobre otra.
Así podrás abordar con mayor facilidad las situaciones complejas, ya que con este obtendrás una visión específica de cada elemento del sistema, lo que te permitirá comprender cómo funciona todo el conjunto y reconocer las debilidades y fortalezas de cada elemento.
Asumiendo la metodología del sistema de enfoque en tu vida y en tu negocio, te facilitará ver la interconexión y la naturaleza en red de su negocio como parte de un todo más amplio.
Siguiendo con el ejemplo de la industria de las aerolíneas, en las primeras de cambio tendrán más oportunidades de recuperación las pequeñas aerolíneas, debido a su tamaño y escala, estas ventajas, que antes de la pandemia, podía concebirse como una debilidad en comparación a los grandes, les permitirá ser más ágiles, útiles con mayores posibilidades de personalizar sus ofertas.
Si bien las crisis no pueden evitarse, lo que sí se pueden emplear son buenas prácticas que te lleven a minimizar los efectos en cascada de las malas noticias