En 2011, Tirone González era un joven analista de reclamos de una empresa de Maracay. Cumplía con su horario de oficina mientras estudiaba Derecho, y usaba sus tiempos libres para convertir en música algo de toda la crítica y la ironía que masticaba durante el día. Al mismo tiempo, su alter ego Canserbero era un artista pujante del underground de Venezuela.
Por: Tomás Sanguineti – La Nación
Había grabado su primer álbum de estudio en 2010 (“Vida”) con el productor Kpu . Pero su carrera en el hip hop había empezado cuando tenía 11 años. Durante toda su adolescencia, Tirone se dedicó a hacer composiciones con los músicos con los que creció en Palo Negro , como Black Kamikase , Afromak y Lil Supa .
Él mismo era fanático del blues y el jazz, ritmos a los que les debía las bases sobre las que se asentaban sus rimas. Creció leyendo a Ernesto Sábato , Jorge Luis Borges y Fiódor Dostoievsky , cuyas obras consideraba “las letras que han perdurado en la historia”, además de a críticos como Eduardo Galeano .
Pero también la vida le había enseñado varias cosas. A los nueve años perdió a su madre y se fue a vivir con su padre. Cuando tenía 12, murió su medio hermano en un tiroteo.
Luego de una experiencia que gravitaba más hacia canciones nostálgicas y pacíficas, el joven artista empezó a incursionar en un sonido más oscuro, con letras crudas que muchas veces hablaban de sus propias experiencias.
Para leer la nota completa, pulse aquí.