De acuerdo al profesor Michael Hogan, autor del libro Abraham Lincoln and Mexico, pocos estudiantes estadounidenses hoy recuerdan que México perdió más de la mitad de su territorio, el cual hoy forma parte de su país. Sin embargo, como en todo suceso histórico existen claroscuros y los discursos no son unilaterales.
Éste fue el caso de Abraham Lincoln, quien tras ser elegido como congresista por Illinois por primera vez en 1847, acusó a la Cámara de Representantes y al presidente James Polk de invadir México sin provocaciones.
“Declaran la guerra con engaños, afirmando que sangre americana fue derramada en territorio americano”, afirmó el entonces congresista republicano.
Asimismo, Lincoln planteó que las muertes habían sucedido en territorio mexicano y que Estados Unidos había sido el agresor. Debido a ello, Polk y sus partidarios acusaron a Lincoln de apoyar a los enemigos. Inmediatamente los periódicos apodaron al congresista republicano como “spotty Lincoln” y su popularidad decayó. En 1848, el Partido Whig, al que pertenecía Lincoln, perdió la mayoría en la cámara como consecuencia. Unos años más tarde, el mismo Abraham Lincoln perdió la contienda por el senado.
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