Según un informe elaborado por Fernando Camino, responsable del área agroalimentaria del partido Un Nuevo Tiempo, en 2019 la caída de la producción fue la más grande registrada desde 1949, año en que se inicia el registro estadístico agrícola en el país. “Pensábamos que habíamos tocado fondo, pero el análisis del comportamiento del sector en el primer semestre de este año nos indica que este año será peor” indica Camino,
Y es que la producción de cereales seguirá disminuyendo este año, de acuerdo con las estimaciones de los gremios de agrotécnicos y de la producción. Según éstos, al inicio de las siembras de este ciclo, los productores seguían con la incertidumbre de no poder sembrar por no disponer de los insumos necesarios, los productores que lograron conseguir los insumos, no pudieron completar las labores de preparación de tierras debido a la escasez de combustibles. “Se estima una superficie sembrada de maíz de entre 112 mil a Has. a 130 mil Has. y de arroz aproximadamente de entre 38 mil Has. a 40 mil Has., una disminución considerable en relación a la mermada superficie sembrada en 2019” continúa informando Camino, mientras asegura asimismo que la producción dependerá del suministro de los insumos faltantes, el cual es un factor esencial en los rendimientos por hectárea.
En cuanto a los cultivos de caña de azúcar, de café, de cacao y frutales, las estimaciones que hacen los productores es que tendrán un pésimo rendimiento en la cosecha de este año por la falta de fertilizantes y de agroquímicos que tienen que aplicarse luego de la cosecha. Señala Fernando Camino que además de las prácticas agronómicas señaladas, es vital la aplicación de riego en esta etapa del cultivo, pero eso no se pudo lograr por la falta de electricidad y de combustibles.
“Para la zafra de caña de azúcar 2019-2020 que concluye en este semestre, la producción será de 2.000.000 de toneladas, esto representa una caída de la producción de 13% con relación a la zafra 2018-2019 y un descenso de 44% con respecto a la zafra 2017-2018”, informa el dirigente y agrega que en esta zafra la pérdida de caña en campo ha sido considerable, debido a la falta de combustibles para la maquinaria, los equipos y el transporte, que utilizan los núcleos de cosecha.
Por otra parte, la fuerte contracción que caracterizó la superficie y el rendimiento del cultivo de cítricos en 2019 ha empeorado. La superficie de estos cultivos ha disminuido este semestre debido a la escasez de insumos y a la imposibilidad de combatir la enfermedad denominada dragón amarillo por la inexistencia de planes de apoyo.
Según este revelador informe, en lo referente al sector cafetalero, el ciclo 2019-2020 se acortó y la cosecha se redujo considerablemente, estimándose la producción en 350 mil quintales, cantidad menor a la que exportaba el país en 1998. La reducción del ciclo de producción, se debe a la escasez de insumos y a la falta de apoyo financiero para ejecutar las labores de fertilización, de control de malezas, de prevención y control de enfermedades y a la imposibilidad de cumplir con la práctica agronómica de renovación del cultivo.
En el primer semestre de cada año, se produce el mayor volumen de hortalizas en nuestro país. Según el informe de UNT, este año el suministro de energía eléctrica y la escasez de combustibles, han ocasionado una caída considerable de la productividad del cultivo hortícola, ya que este cultivo se siembra en secano y requiere de riego para su mantenimiento óptimo. “La monopolización del agrocomercio por parte del régimen, ha impedido la adquisición de insumos, situación que se ha agravado por el cierre de la frontera con Colombia, país de donde se importan la mayoría de los insumos”. De acuerdo al también expresidente de Fedeagro, el problema de la inseguridad personal y de los bienes de los horticultores y de los transportistas se ha incrementado este semestre. “La escasez de combustibles, la prohibición de la movilidad por las medidas para combatir la pandemia y el cierre de los mercados a cielo abierto han ocasionado una distorsión en la comercialización de las hortalizas, que está afectando tanto a productores como a los consumidores”. En este rubro, ante todo este cúmulo de problemas, se estima que la producción de hortalizas ha disminuido en un 30% con relación al primer semestre de 2019.
Referente a los cultivos de frijol y de ajonjolí, que se sembraron en el ciclo norte-verano del cuarto trimestre de 2019 y se cosecharon en el primer trimestre de este año, Camino explica que su precario rendimiento, es debido a la falta de insumos que mermó aún más a causa de la escasez de combustibles. Aquí revela que el gran ausente de esta cosecha fue el girasol, que prácticamente desapareció como cultivo comercial, después de haberse posicionado en los llanos occidentales como rubro insignia de las oleaginosas.
Continúa el informe revelando que en el último trimestre de 2019 se inició el cultivo de arroz correspondiente al ciclo norte-verano, se sembró una superficie de 24 mil has con una producción de 96.000 toneladas, que fueron cosechadas en el primer trimestre de este año. “Tanto la poca superficie sembrada como los bajos rendimientos, son consecuencia del racionamiento del suministro de agua en los sistemas de riego del Río Guárico y las Majaguas, la falta de financiamiento, la escasez de insumos, de combustibles y de energía eléctrica” puntualiza
En cuanto a la inseguridad personal, el abigeato, el robo y el hurto de los bienes de los productores, asegura que son los principales problemas de los ganaderos: “También las invasiones de fincas patrocinadas por el régimen, han mermado la producción ganadera. La falta de financiamiento y la escasez de insumos y combustibles complementan el cuadro dramático que mantiene azotada la producción ganadera”.
El escrito hace referencia a un importante sector de la producción agrícola animal como lo es el de las aves y cerdos: “A partir del primer semestre de este año se ha profundizado la crisis del sector de aves y cerdos, debido al cierre de la mayoría de pequeñas granja por la falta de alimentos o de la materia prima para su elaboración. Esto se debe a la imposibilidad de los granjeros de adquirir este insumo debido a su alto costo”.
Camino destaca en el informe, que la actividad de la pesca, de la acuicultura y de la agroindustria pesquera, cierra el primer semestre al borde del colapso operativo, debido a la falta de combustibles, de energía eléctrica y al costo de los lubricantes. “La actividad de las embarcaciones de gran calado se encuentra casi paralizada, debido al abandono de la infraestructura de apoyo que fue intervenida por el régimen. La pesca artesanal además de no contar con los insumos, aparejos y apoyo financiero, prácticamente se ha paralizado a causa de la escasez de gasolina y el alto costo de los lubricantes”
Finalmente, pero no menos importante, el informe señala que para el sector de la acuicultura, primordialmente el de la cría de camarón, el uso de la energía eléctrica es fundamental, la inexistencia del servicio ha obligado a los acuicultores al uso de generadores, los cuales se encuentran parados por la falta de combustibles. Las plantas procesadoras de camarón, de pepitona, de sardina y de atún en Zulia, Sucre, Falcón y Anzoátegui, están casi todas paralizadas debido a la falta de materia prima e insumos.
Nota de prensa