¿Recibirán los estadounidenses un segundo pago de estímulo en el futuro cercano? La respuesta sigue siendo incierta. Pero lo que parecía poco probable a fines de marzo, después de que pasó el primer estímulo, parece mucho más probable tres meses después. Y las condiciones económicas (y políticas) en desarrollo aumentan la probabilidad con cada día que pasa.
Según Murillo Campello, profesor de Finanzas de la Facultad de Administración de Graduados Johnson de la Universidad de Cornell, la probabilidad de un segundo pago de estímulo para los consumidores es “casi del 100 por ciento”.
“Definitivamente es clave y necesario y sucederá”, dice Campello. “Para que nos recuperemos, necesitamos una segunda ronda de estímulo tan grande como la Ley CARES, que fue de alrededor de $ 2 billones”.
Los primeros pagos de estímulo, parte de la Ley CARES, comenzaron a llegar a las cuentas bancarias de los consumidores a mediados de abril. Los contribuyentes individuales con un ingreso bruto ajustado (AGI) inferior a $ 75,000 recibieron $ 1,200. (Las parejas casadas con un ingreso bruto ajustado inferior a $ 150,000 recibieron $ 2,400.) El pago de estímulo disminuyó a medida que aumentaron los ingresos y se eliminaron por completo a $ 99,000 ($ 198,000). Todos los contribuyentes, independientemente de sus ingresos, recibieron $ 500 por niño.
Los pagos de estímulo continuaron llegando hasta mayo y hasta junio. Si bien el 3 de junio se habían enviado 159 millones de pagos , quedaban hasta 35 millones más. Los efectos continúan afectando a la economía. Y aunque no está claro exactamente cuán útiles han sido, sin duda fueron necesarios. “Los efectos son positivos”, dice Campello. “El problema es que no había suficiente, de los beneficios. Y es por eso que ciertamente estamos buscando una segunda ronda “.
Durante los últimos tres meses, la economía mostró signos de recuperación, y la propagación de COVID-19 pareció disminuir, especialmente en las áreas más afectadas. El mercado bursátil subió a su mejor trimestre en más de dos décadas, gracias, en parte, al impulso de confianza de ese primer paquete de estímulo. La tasa de desempleo alcanzó en abril un 14,7 por ciento, con 29 millones de personas perdiendo sus empleos. Cayó al 13.3 por ciento en mayo y al 11.1 por ciento en junio. Se reabrieron partes del país y la economía exhibió signos de vida.
Con la economía en el camino hacia la recuperación, el estímulo adicional parecía menos probable. Pero los casos de coronavirus que se dispararon en el sur y el oeste han puesto en peligro una recuperación económica ya tenue. Florida estableció el récord de un solo día con 15,300 casos nuevos el domingo, rompiendo el récord de California de 11,694 establecido el miércoles pasado. Muchos estados que representan una gran parte de la economía están impulsando los descansos en la reapertura.
Pero el creciente virus también ha ayudado a acelerar un segundo estímulo. La confianza del consumidor y el gasto del consumidor dependen de cuán cómodas sean las personas como consumidores. Un virus que se propaga rápidamente a través del contacto humano hace que las personas tengan miedo de gastar dinero en lugares de negocios. El desempleo casi récord (es decir, la incertidumbre sobre las propias oportunidades de empleo) hace que las personas se asusten de gastar dinero.
La forma que tomará un segundo pago de estímulo sigue siendo incierta. Hay muchas opciones sobre la mesa y las negociaciones están en curso. “Esta vez se habla de limitarlo a $ 40,000, pagos realizados a personas que obtienen ese nivel de ingreso (anual)”, dice Campello. “Además, en lugar de hacer una verificación única de que la gente salga y gaste de inmediato, la idea ahora es que harán pagos en tres o cuatro cuotas. Entonces la gente gastará lentamente el dinero, y eso es más importante para reconstruir la economía ”.
Otros enfoques que se han emitido varían desde un pago único de $ 1,200 hasta un pago mensual de $ 2,000 hasta el final de la pandemia. “Los republicanos quieren que se hagan pagos a las personas que vuelven a trabajar”, señala Campello. “Es esencialmente un cheque de pago para volver al trabajo, $ 150 por semana. Entonces, si muestra alguna iniciativa y consigue un trabajo, entonces obtiene efectivo como recompensa, como incentivo, mientras que los otros pagos de los que estamos hablando son independientes. Si pagó el impuesto sobre la renta el año pasado, recibirá un cheque sin importar lo que le esté sucediendo ”.
Cualquier pago a individuos será parte de un paquete más grande. Según Campello, “buscamos una combinación de estímulo para los consumidores, para los trabajadores, lo que significa que si obtienes un trabajo, obtienes algún pago, pero también para las empresas que contratan trabajadores, en forma de algo como el PPP (Paycheck Programa de protección) de nuevo. Y luego será una cuestión de que los partidos políticos tengan diferentes puntos de vista sobre cuánto dinero entra en cada uno de esos bolsillos “.
Lo que finalmente sucede es ahora una cuestión de voluntad política y negociación. La crisis económica provocada por la pandemia de coronavirus está ocurriendo durante una elección presidencial. Todos los representantes y muchos senadores también estarán en la boleta electoral. “Será una cuestión de los partidos políticos [que] tienen diferentes puntos de vista sobre cuánto dinero entra en cada uno de esos bolsillos”, dice Campello.