Las pruebas en animales de una posible vacuna COVID-19 que están desarrollando investigadores chinos muestran que desencadena una respuesta inmunológica contra el nuevo coronavirus, lo que ofrece cierta promesa al entrar en las primeras etapas de las pruebas en humanos, según un estudio revisado por pares.
ARCoV es una vacuna de ARN mensajero que utiliza una tecnología similar a las candidatas que están siendo desarrolladas por Moderna y por BioNtech y Pfizer. Es la segunda posible vacuna COVID-19 que este departamento de investigación de China, que cuenta con el apoyo del ejército, ha pasado a los ensayos clínicos.
Los resultados de las pruebas de ARCoV en ratones y monos, publicados en la revista médica revisada por pares Cell el jueves, muestran que las inoculaciones de una y dos dosis indujeron fuertes respuestas de anticuerpos y células T contra varias cepas del virus causante de COVID-19.
Sin embargo, los investigadores que llevaron a cabo el ensayo advirtieron que aún no podían ver cuánto tiempo podrían durar los anticuerpos inducidos por el ARCoV o cómo de fuerte podría ser su protección contra otras cepas que causan COVID-19 pero que no fueron probadas en el estudio.
La ARCoV es estable a 25°C (77°F) durante al menos una semana, dijeron los investigadores, lo que podría hacerlo más atractivo para potenciales campañas de inmunización en poblaciones de difícil acceso en lugares donde el almacenamiento en cadena de frío y el transporte no siempre son fiables.
Aunque todavía no se ha aprobado ninguna vacuna COVID-19 para su distribución, se están desarrollando más de 150 en todo el mundo con el objetivo de ayudar a poner fin a la pandemia mundial, que se ha cobrado más de 600.000 vidas. Pero no está claro si alguna tendrá éxito. Reuters