Contrasta el desenfado con el cual hablan los representantes del extremismo con la excesiva prudencia observada por la mayoría de la Alternativa Democrática.
Simples diferencias de estilo, ninguna de fondo.
Para referirse a la presencia de los noruegos en Venezuela:
Aquellos, decretan que la negociación es un <<capítulo cerrado>> repicando el “Oslo finalizó” del remitido del Gobierno interino.
Éstos, dejan correr con timidez el rumor de que ese comunicado “no fue consultado” con el G4 ni mucho menos con el novísimo G-PLUS reforzando con su silencio público su negativa a negociar.
Como solución a la trágica crisis que padecemos los venezolanos, los dos sectores opositores nos proponen cosas opuestas que saben no ocurrirán:
Los unos, bajo el manto de una “operación de estabilización y paz”, llaman a una invasión internacional que no vendrá.
Los otros, arropados con la democracia, piden “condiciones electorales” que tampoco vendrán.
Lo dramático de esas diferencias de estilo es que a pesar de coincidir en el fondo se empeñan en mantenerse divididos ante la gente y ninguno de los dos bandos nos dice a los venezolanos:
¿Qué hacer a partir del 5 de enero de 2021 después de ese insólito salto al vacío que es el llamado a la abstención hecho por ambos?
Nos esperan días aún más duros que los vividos.