Atacado y llevado casi al borde de la muerte por presuntos venezolanos, así regresó Aaron Omaña Morales a Venezuela. El joven de 20 años, tachirense y con una vida por delante describe lo que sintió como la peor experiencia de su vida.
Por Eliana Millán Montiel | laprensatachira.com
Con tan solo dos décadas de vida, decidió migrar de Venezuela hace un tiempo, pero la situación de la pandemia lo obligó a regresarse como los más de 50 mil venezolanos que han retornado buscando refugio en sus hogares.
La experiencia del retorno la comenzó el 17 de mayo desde Bogotá, pero el destino, al llegar a Tunja Departamento de Boyacá, le cambió su vida para siempre.
“Mi grupo conformado por 5 hombres y una mujer fuimos atacado por seis hombres de nacionalidad venezolana. Ellos viajaban en un grupo numeroso. Con ellos nos cruzamos una vez en el camino. Nos abordaron con la intención de robarnos, amedrentaron y dos de ellos me sacaron de mi grupo para llevarme a otro lugar y ensañarse conmigo”.
De ahí en adelante lo que cuenta Aarón es una historia de terror. Lo hirieron en la cabeza, le iban a cortar la mano, le vaciaron un ojo, perforaron su pulmón y además le produjeron una herida en la cabeza que resultó en una fractura craneal.
“Ellos me dijeron que era mi último día que iban a matarme. Uno de ellos vociferó que era merideño y yo era colombiano. Comenzaron a darme machetazos y golpes”.
Impulsado por salvar su vida, el joven de 20 años cuenta que se lanzó por un barranco que estaba cerca. “Corrí y llegué a una casa donde al verme cubierto de sangre notificaron a las autoridades y me llevaron a un Hospital en Tunja. En un momento perdí el conocimiento por la pérdida de sangre”.
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