Un olor nauseabundo se siente apenas las personas llegan a la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda. La falta de cavas para mantener los cadáveres ha hecho estragos y es que, presuntamente, han entregado cuerpos descompuestos a sus familiares para que les den el último adiós, según fuentes del área patológica.
Por Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA
“El miércoles entregaron dos cuerpos con gusanos. Eran dos hombres que fueron abatidos por funcionarios de seguridad, aquí las cavas no sirven para mantener los cuerpos y por eso comienzan el proceso de descomposición”, comentó un hombre que hace vida en la morgue del Hospital Central.
Ayer en la mañana los dolientes que estaban en los alrededores del área patológica se quejaron por el fuerte olor. Los trabajadores de la morgue sacaron varios cuerpos que no fueron identificados o retirados por sus parientes, y los trasladaron hasta las fosas comunes del Cementerio Municipal.
“El temor que tenemos es que el cuerpo de mi tía se vaya a poner putrefacto porque no hemos podido conseguir la urna y nos dicen que allí dentro no hay nada para refrigerar los cuerpos”, comentó Mariángel Saavedra, familiar de un difunto que estaba en la sala patológica.
LA PRENSA pudo conocer que otro de los problemas que acelera el proceso de descomposición de los cadáveres es que, presuntamente, hay una nueva orden para trabajadores de la morgue y funerarios que establece que la entrega de cuerpos es hasta las 2:00 pm, luego de esa hora se cierran las puertas.
Durante la mañana de ayer, los familiares estaban retirados de la morgue y sólo se acercaban si eran llamados por los empleados. Aseguraron que en el piso de la entrada había gusanos.