Aunque hacer trueques no es algo nuevo, últimamente se ha convertido en la salvación de muchos guaros. Tanto los vendedores, como quienes ofrecen un servicio hacen cambios para poder tener algo que comer en el día.
Tal es el caso de Alexander Jiménez, quien vende granos en el centro de Barquisimeto y comentó que por la cuarentena y la crisis económica todas las personas deben ayudarse. “A mí me llegó un chamo que me dijo que le cambiara un llavero para darle de comer a sus hijos y lo hice para colaborar”, pues a pesar de no necesitar el producto que le cambiaron, también se coloca en los zapatos de los demás y sabe que todo está difícil.
Por María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA
Así como él, están muchas personas que saben hacer algún oficio y ofrecen sus servicios para poder tener algo para comer, por ejemplo, limpiar la calle, el patio de alguna casa e incluso zapateros o cualquier otro, pues aseguran que ellos trabajan para comer y a veces las personas no tienen dinero para cancelar y mucho menos efectivo y con la comida van bien.
Marisela Mendoza, quien vende dulces en el centro, dijo que ella acepta todo tipo de pago y uno de esos son los trueques, con tal y el valor de lo que le están cambiando sea igual a lo que ella vende. “Si vendo a un dólar, yo acepto algo que tenga el mismo equivalente porque la idea es que ninguno de los dos perdamos”, asegurando que a veces las personas tienen comida, pero no tienen dinero para comprar otra cosa y por eso hacen el acuerdo del cambio.
Los que venden granos o comida dicen que el cambio lo hacen kilo por kilo, por ejemplo, si la persona lleva un kilo de arroz para cambiar, ellos también dan el kilo de cualquiera de los granos que ofrecen. “Yo acabo de cambiar un kilo de pasta por uno de caraotas que yo vendo”, dijo el señor Orlando Mendoza, quien tenía en una bolsa los productos que iba cambiando, pues dijo que a veces no tienen dinero ni para comprar algo y así es una opción.