La inflación en Venezuela se aceleró con fuerza en julio y alcanzó 55,05%, en medio de la cuarentena impuesta para frenar la expansión del coronavirus, informó el miércoles el Congreso dominado por la oposición.
La medición, que realiza el Parlamento ante el retraso de las cifras oficiales, registró un salto en las tarifas de telefonía, Internet y aseo urbano durante el mes, pese a las fuertes regulaciones que el régimen de Nicolás Maduro mantiene desde hace años sobre las empresas de servicios básicos.
El informe del Congreso indica que en julio los costos de los servicios básicos se aceleraron un 483,5% y las tarifas de servicios de comunicaciones un 326%.
El mes anterior la inflación mensual se ubicó en 19,5%, según la medición del Parlamento. Pero ahora los precios han aumentado en los primeros siete meses del año un 843,44% y la inflación interanual se ubica en 4099%, una nueva muestra de la hiperinflación que asola al país desde hace dos años.
Las autoridades venezolanas habían permitido a inicios de año a empresas de telefonía y aseo urbano aumentar sus tarifas, en un giro del gobierno e flexibilizar los controles para enfrentar las constantes fallas en los servicios y aliviar a las compañías en la hiperinflación.
El colapso en el suministro de agua, gas y telefonía ha llevado a muchos venezolanos a contratar servicios alternativos que incluso se cobran en dólares.
El alza de tarifas y la devaluación del bolívar golpea el presupuesto de las familias bajo el confinamiento que se inició en marzo, en una nación sumida en una recesión desde hace seis años y donde 65% de los hogares es pobre, de acuerdo a un estudio universitario divulgado en julio. Reuters