Cuando se va la energía eléctrica no les queda de otra que bajar sus santamarías. Así están los comerciantes y quienes tienen su negocio, pues cuando llegan las horas de tortura durante el día para ellos es imposible trabajar.
Por María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA
Si no se les va la señal para recibir transferencias o pasar el punto de venta, se les calientan los productos que necesitan refrigeración y hasta quedan a oscuras en el local a pesar de que se les va la luz en el día, por lo que son ventas que pierden, y trabajos que dejan de hacer.
Los comerciantes dicen que les afecta directamente porque dejan de percibir ingresos, pues a veces cortar la luz en horas de la mañana o al mediodía puede durar hasta cinco horas o más. Tal es el caso de Héctor Castaño, quien es técnico y cuenta que cuando se va luz no puede encender la pistola para soldar o cualquier herramienta que necesite en el momento.
“No puedo reparar ni probar nada porque necesito energía eléctrica”, dijo Castaño, detallando que si no cierra se pone a armar cualquier electrodoméstico que tenga, pero es complicado trabajar así.
Así como él están los demás comerciantes que ya no cuentan con una planta eléctrica o que por el mismo problema del suministro de combustible no puede utilizarla.
Los comerciantes que venden jugos, pollo, carne, queso y demás, dicen que les preocupa que con los cortes de energía se les llegue a dañar la mercancía y tengan pérdidas.
También se quejan
En las comunidades las personas también cambian el semblante cuando ven que se les va la energía eléctrica, y dicen que aún no logran acostumbrarse a pasar largas horas a oscuras. Relatan que bien sea en el día o en la noche se les hace complicado para continuar con su rutina.
“Lo ideal es que establezcan un horario como antes, porque así uno esta prevenido”, dijo Serapio Cordero, detallando que a veces se quedan sin preparar la comida, pues tras la ausencia del gas doméstico tienen solamente cocina eléctrica.
Cordero detalló que en el oeste a veces se les va al mediodía y otras veces en la noche por cinco horas y hasta más, pues nunca hay un horario establecido y no saben a qué hora exactamente llegará y ese es su dolor de cabeza de todos los días.
Adicional a eso, señalan que se les han dañado los electrodomésticos de sus casas porque durante el día también hay muchos bajones de energía eléctrica. “Se me dañó el tostiarepa y la nevera y eso ahorita es muy difícil de reparar por lo costoso que están los repuestos y comprarlos nuevos mucho menos” fue lo que dijo Raquel González, quien vive en la comunidad La Paz, en el oeste de Barquisimeto.