Los casos de diabetes tipo 1 entre los menores analizados en un estudio británico a pequeña escala casi se duplicaron durante el pico de la epidemia de COVID-19 en Reino Unido, lo que apunta a una posible relación entre ambas enfermedades que necesita de más investigación, dijeron los científicos responsables del estudio el martes.
Aunque se basa en sólo unos pocos casos, el estudio es el primero en relacionar la COVID-19 y la diabetes tipo 1 de reciente proliferación en los menores, por lo que los médicos deberían estar atentos, dijeron los investigadores del Imperial College de Londres.
“Nuestro estudio muestra que durante el pico de la pandemia el número de nuevos casos de diabetes tipo 1 en niños fue inusualmente alto en dos de los hospitales (que estudiamos) en comparación con los años anteriores”, dijo Karen Logan, quien codirigió el estudio.
“Cuando investigamos más a fondo, algunos de estos niños tenían un coronavirus activo o habían estado expuestos previamente al virus”.
Logan dijo que estudios anteriores realizados en China e Italia habían notado que los niños estaban siendo diagnosticados con diabetes tipo 1 tras el surgimiento de la pandemia.
Este estudio, publicado en la revista Diabetes Care, analizó los datos de 30 niños en hospitales de Londres a los que se les había diagnosticado la diabetes tipo 1 de reciente aparición durante el primer pico de la pandemia, aproximadamente el doble de los casos observados en este período en años anteriores.
A 21 de los niños se les hicieron pruebas de COVID-19 o pruebas de anticuerpos para ver si habían estado expuestos al virus, y cinco dieron positivo en la prueba de infección.
La diabetes de tipo 1 produce la destrucción de las células productoras de insulina en el páncreas, impidiendo que el cuerpo genere la cantidad suficiente de estas hormonas para regular los niveles de azúcar en la sangre. El equipo el Imperial College dijo que una posible explicación podría ser que la espícula viral del nuevo coronavirus podría atacar las células productoras de insulina en el páncreas.
“Se necesita seguir investigando para determinar si existe una relación definitiva, (…) pero mientras tanto, esperamos que los médicos tengan esto en cuenta”, dijo Logan.
Reuters