El Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega ha decidido declarar ‘persona non grata’ y expulsar del país a un diplomático ruso por mantener reuniones con un noruego acusado de espionaje.
La Cancillería no ha revelado el nombre del diplomático, pero afirma que ha trabajado en la sección comercial de la Embajada rusa.
La portavoz del Ministerio, Trude Maaseide, declaró a NRK que el embajador ruso en Noruega fue convocado ante la Cancillería para comunicarle la decisión, motivada por las acciones del diplomático incompatibles con su condición.
Al mismo tiempo, Maaseide aseguró que su país no quiere que la deportación afecte a su relación con Rusia, con la que mantiene una amplia cooperación en una serie de áreas.
Respuesta recíproca
Konstantín Kosachov, presidente del Comité de Asuntos Internacionales del Consejo de la Federación de Rusia, ha afirmado al respecto que la reacción de Moscú a la decisión de las autoridades noruegas se basará en el principio de reciprocidad.
En la misma línea, Vladímir Dzhabárov, otro miembro del Consejo, opina que Rusia, “sin duda”, responderá de forma recíproca a la expulsión de su diplomático.