Un abogado de un exlíder paramilitar colombiano, Salvatore Mancuso, pidió a un tribunal federal de Estados Unidos que obligue al fiscal general William Barr a deportar de inmediato al exguerrillero a Italia después de que cumplió una larga condena por drogas, asimismo, exigió una orden de restricción contra el fiscal y siete funcionarios estadounidenses que lo mantienen “ilegalmente detenido“.
De acuerdo con lo reseñado por The Associated Press (AP), la petición de emergencia fue presentada el lunes en la corte federal de Washington, DC en nombre de Salvatore Mancuso, el ex comandante de las Fuerzas de Defensa Unidas de Colombia, conocidas como las AUC. Se produce cuando Colombia está montando una campaña de último minuto para bloquear la expulsión de Mancuso a Italia después de que se estropeó una solicitud de extradición que tuvo que ser retirada el mes pasado.
El abogado de Mancuso argumenta que Barr, Chad Wolf, jefe interino del Departamento de Seguridad Nacional y otros cuatro altos funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. han mantenido ilegalmente a Mancuso bajo custodia federal más allá del máximo de 90 días permitidos para la remoción de extranjeros. En la petición se incluye una copia de una orden de deportación administrativa final con fecha del 15 de abril que obliga al DHS y al ICE a trasladar a Mancuso a Italia, donde también tiene la ciudadanía.
MORE: Lawyers for Mancuso filed last night a request for a temporary restraining order against AG Barr and 7 other senior US officials to halt their "continued illegal detention" of the ex-warlord and send him immediately to Italy as was ordered by @DHSgov on April 15. ? https://t.co/bcvRWpAm7V pic.twitter.com/hUXEhMsk16
— Joshua Goodman (@APjoshgoodman) August 19, 2020
El abogado de inmigración Héctor Mora atribuye la demora a la fuerte presión del gobierno de Colombia, que, según él, está trabajando en estrecha colaboración con el Departamento de Estado de Estados Unidos para traer de regreso a Mancuso a Colombia. Si regresa a casa, argumenta que es probable que su cliente sea encarcelado, o incluso asesinado, a pesar de haber cumplido con sus obligaciones en virtud de un acuerdo de paz de 2003 que negoció, que limita las penas de prisión a ocho años para los líderes de las milicias que confiesen sus crímenes.
Mancuso, de 55 años, era el más arrepentido de los exlíderes de las milicias de derecha después de su desmovilización y su afán por discutir los crímenes de guerra de los paramilitares ya ha sacudido la política colombiana.