Colombia solicitó a Estados Unidos la extradición del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, acusado de crímenes de guerra y violaciones a los derechos humanos, pero si es deportado a Italia buscará ayuda internacional para que responda ante la justicia del país, anunció el jueves el presidente Iván Duque.
Mancuso está en Estados Unidos, donde cumplió una condena por narcotráfico tras su extradición desde Colombia en 2008 con otros líderes paramilitares, y sus abogados buscan que sea enviado a Italia debido a que tiene nacionalidad de ese país, donde también enfrenta cargos por tráfico de drogas.
“Salvatore Mancuso tiene graves deudas pendientes con la justicia colombiana y por eso se ha pedido su extradición. Si piensa ser deportado a Italia, acudiremos a los principios de jurisdicción universal por crímenes de lesa humanidad. Sus crímenes no quedarán en la impunidad”, escribió Duque en su cuenta de Twitter.
Mancuso, de 56 años, es acusado de estar implicado en miles de crímenes en medio del conflicto interno armado del país sudamericano y fue uno de los principales líderes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), la principal organización paramilitar del país.
Los escuadrones paramilitares de ultraderecha surgieron en la década de 1980 financiados por ganaderos, hacendados y comerciantes para defenderse de los ataques de la guerrilla izquierdista ante la ausencia del Estado, pero poderosos narcotraficantes asumieron su control y terminaron convirtiéndose en una temida máquina de muerte.
“El futuro de Salvatore Mancuso en Colombia debe ser una cárcel. Ofrecerle caminos de ausencia de prisión y no extradición a cambio de supuesta verdad es una agresión a sus víctimas, que esperan sanciones ejemplarizantes”, agregó Duque.
Aunque el exjefe paramilitar se comprometió a confesar la verdad de lo sucedido en el violento conflicto, que ha dejado más de 260.000 muertos, su abogado en Estados Unidos dijo recientemente que no debería ser encarcelado porque hizo parte de un acuerdo de paz en 2005 que permitió la desmovilización de los escuadrones de ultraderecha.
La Defensoría del Pueblo y el grupo Human Rights Watch habían solicitado al Gobierno de Colombia solicitar la extradición de Mancuso, mientras defensores de derechos humanos sostienen que su posible regreso al país pone nerviosos a militares y políticos ante la posibilidad de que revele nexos de esos sectores con los escuadrones paramilitares.
Estados Unidos y Colombia son importantes aliados en la lucha contra el narcotráfico y los grupos armados ilegales implicados en esa actividad. Reuters