El próximo domingo se celebrará la final de la Champions League entre el París Saint Germain y Bayern Múnich en Lisboa y en la actualidad existe casi el mismo grado de interés en ese encuentro trascendental para el continente europeo y el mundo del fútbol que en el futuro de Lionel Messi. La humillante derrota por 8-2 ante los alemanes por los cuartos de final del certamen puso en jaque su renovación con el club y hubo nuevos capítulos para esta novela después del histórico resultado adverso.
Listas negras con futbolistas, los alejamientos del entrenador Quique Setién y el director deportivo Éric Abidal y la contratación del flamante DT Ronald Koeman. En el Barça todavía hay polvareda por la crisis deportiva (así la denominó el presidente Josep Maria Bartomeu) e institucional y se registró un primer mitin entre Messi y Koeman.
Salió a la luz que el capitán y referente blaugrana le habría trasladado sus inquietudes y dudas para seguir en el club en lo inmediato (sea para la temporada venidera o para extender el vínculo que lo liga hasta mediados de 2021). La frase que habría usado es que se ve “más afuera que adentro”. Y el hecho de que esta noticia fuera filtrada por un medio catalán en la prensa no hizo más que añadir leña al fuego y despertar sospechas de un clima tenso.
Koeman mencionó en su presentación que lo que iba a hablar con la Pulga quedaría entre ellos y pertenecía al ámbito privado, entonces… ¿quién y con qué intenciones divulgó esta información a los medios? Es lógico pensar que esta noticia no le cayó para nada bien a Leo en un momento donde podría llegar a tomar la decisión más trascendental de su carrera (y de su vida personal, claro está).
Más allá de que tanto Koeman como Bartomeu declararon que pretenden que Messi siga haciendo goles con la 10 del Barcelona en la espalda, algunos miembros de alto rango en la cúpula directiva no están convencidos de la continuidad del argentino frente a sus propias dudas. Según informó el periodista Moisés Llorens en ESPN, podrían evaluar la oferta de algún club extranjero (no quieren negociarlo en el mercado local y en lo posible evitarán que sea a un potencial rival directo en Europa) para venderlo.
El contrato de Messi cuenta con una cláusula de salida de 700 millones de euros, cifra que ni el jeque árabe con más millones en sus cuentas estaría dispuesto a desembolsar. Pero la idea de contar con el astro albiceleste en sus filas podría motivar a alguno a poner los billetes sobre la mesa y aprovechar así el río revuelto. Y vale remarcar que a la vez deberían hacerse cargo de un salario estimado de 50 millones de euros. La transferencia más importante de todos los tiempos fue con el brasileño Neymar como protagonista, cuando el PSG invirtió unos 252 millones de euros. Por actualidad, edad y proyección como profesional, una propuesta por Messi podría llegar a oscilar entre los 100 y 200 millones de euros.
“Todavía tengo mucho contacto con Pep Guardiola y él dice que es genial trabajar con Messi. Es un ganador y si no gana se molesta. Tengo que asegurarme de que funcione, que se sienta importante. Tiene que acabar su carrera aquí, porque él es el Barcelona y el Barcelona es Messi”, declaró en las últimas horas Koeman al medio holandés NOS.
Las dudas persisten y seguramente se prolonguen hasta fin de mes, cuando se corten las vacaciones de una plantilla culé que será recortada, reforzada y delineada. El día 30 de agosto Messi tendrá que someterse a los testeos de Covid-19 para comenzar con la pretemporada en la Ciutat Esportiva Joan Gamper al día siguiente. Antes de eso es muy posible que exista una nueva reunión con Koeman y/o Bartomeu para analizar los pasos a seguir.
El destino de Messi es incierto. Por primera vez el rosarino baraja en serio la chance de alejarse del sitio que lo cobijó cuando era adolescente, en el que se formó como profesional y vivió la mayor parte de su vida. Restan pocas cartas por descubrirse adentro de la mesa y todo el mundo espera por una nueva jugada inesperada del rosarino aunque, esta vez, no será adentro de una cancha.