Agencias de inteligencia de al menos tres países, incluida Colombia, aseguran que el régimen de Nicolás Maduro está negociando con Irán este tipo de armamento para responder ante eventuales ataques. La alerta la lanzó este jueves el presidente Iván Duque, quien agregó que eran misiles de mediano y largo alcance. Y aunque voceros del régimen lo califican como un “falso positivo”, EL TIEMPO accedió a fuentes y documentos que ratifican la información.
Por la Unidad Investigativa de eltiempo.com
Según Johan Obdola, analista y experto en seguridad internacional, datos disponibles señalan que la compra se adelanta directamente con Amir Hatami, ministro de Defensa de Irán. Y en Caracas agregan que el enlace es una militar venezolana, que estuvo casada con un cubano.
“Ella recibió entrenamiento en Cuba y su expareja es un experto en temas de inteligencia”, le precisaron a este diario.
De hecho, Obdola dice que hay evidencia de que un contingente iraní llegó a Venezuela hace semanas para recorrer zonas militares donde –además de ensamblar los cohetes– se puedan habilitar depósitos para armas.
Agencias de inteligencia confirman que para garantizar el flujo de emisarios de Irán hacia Venezuela, el régimen comenzó por habilitar (en 2019) la ruta Teherán-Caracas, con dos vuelos a la semana, a través de Mahan Air, señalada de transportar armamento, agentes encubiertos y dinero a las zonas de conflicto en Siria e Irak.
El segundo paso fue expedirles identidad venezolana a emisarios del gobierno de Hasán Rohaní.
EL TIEMPO estableció que en ese grupo están el funcionario Alí Asghar Sassani, quien porta el documento CI.V-17.754.727; Simón Thomas Yokhana, con la identificación CL.V-24.041.282, y Pedro Khalil, quien porta el CI.V-14.216.334.
También aterrizaron en Caracas Issa Rezaei, empleado del Ministerio de Defensa iraní, junto con Mehdi Ghazanfari.
Pero poco después de las declaraciones de Duque, el canciller del régimen, Jorge Arreaza, aseguró que es una infamia decir que esa negociando de misiles se cocina.
“En Colombia no cesan las masacres, la violencia desatada, el narcotráfico incontrolable. Si le sumas su catastrófica e impopular gestión y tener a su jefe en la cárcel por paramilitar, Iván Duque vuelve a las infamias y ficción antivenezolana para distraer a la opinión”, dijo Arreaza.
No obstante, el ministro de Defensa colombiano, Carlos Holmes Trujillo, aseguró que se trata de una información confirmada, que viene circulando hace semanas y que ratifica que Venezuela no solo es un peligro para la paz y la democracia de Colombia, sino también para la seguridad de la región.
Fuentes de inteligencia le dijeron a EL TIEMPO que el desembarco iraní en Venezuela no se limita a la reciente apertura de la cadena supermercados Megasis, propiedad de Etka, un consorcio operado por el Ministerio de Defensa iraní.
Y tampoco se concentra en el intercambio de oro y dólares venezolanos por gasolina iraní, medicamentos y algo de alimentos.
Obdola y otras fuentes en Caracas –vinculadas a la oposición– aseguran que recientemente el contingente iraní realizó una inspección en terreno para la ubicación de búnkeres de almacenamiento y ensamblaje.
“El día domingo 9 de agosto se trasladaron a los estados de Carabobo, Yaracuy, Lara y Portuguesa en un helicóptero de propiedad de Prumrose (empresa de cárnicos, de origen danés que cambió de manos)”, señaló Obdola, presidente de Global Organization for Security and Intelligence (Iosi).
Información de inteligencia también señala que entre los puntos que fueron inspeccionados están Puerto Cabello, en Carabobo, y Acarigua, en Portuguesa, ciudades que tienen un denominador común: vías férreas habilitadas para transportar carga pesada.
Además, islas Margarita y La Orchila serían usadas como plataforma para ubicación de misiles.
De hecho, el 22 de mayo –en plena pandemia y con escasez de gasolina–, Maduro ordenó ejercicios militares en La Orchila, donde desplegó misiles rusos Buk, que serían reemplazados por los que Irán desarrolla desde 2012.
Pero el general Vladimir Padrino, ministro de Defensa de Venezuela, aseguró que detrás de las acusaciones de Colombia lo que hay es un interés por esconder lo que pasa en territorio nacional.
“Iván Duque intenta desviar de nuevo la atención hacia Venezuela lanzando como señuelo la estrategia de falso positivo, aprovechándose de la situación geopolítica”, advirtió el jefe militar del régimen.
Sin embargo, para un alto oficial de inteligencia colombiano no hay duda de que Maduro busco blindarse ante la arremetida judicial y diplomática de Estados Unidos y de otros países, por la crisis humanitaria a la que ha llevado al pueblo venezolano.
“Los dictadores ven sombras en todos lados y se preparan para supuestamente protegerse. Irán, un país bloqueado a nivel mundial, encontró a otro bloqueado para venderle su armamento y tener un trampolín en un punto geoestratégico más cercano a Estados Unidos”, explicó el alto oficial.
Incluso, se sabe que Teherán ayudó a instalar en Venezuela un centro de monitoreo de comunicaciones.
Las fuentes consultadas por EL TIEMPO en Caracas aseguraron que los iraníes no son los únicos visitantes de riesgo.
En isla Margarita ya han aterrizado tripulaciones rusas que ayudan a repotenciar la flotilla aérea y de defensa que tiene Venezuela.
Y aseguran que, a mediados de junio, llegaron a Caracas una veintena de expertos en sistemas procedentes de China, especializados en tácticas de lo que se conoce como guerra informática, una estrategia que ha impactado elecciones hasta en Estados Unidos y que se estaría desplegando de cara a las elecciones parlamentarias en Venezuela, el 6 de diciembre.
Pero el interés por Venezuela no es solo geoestratégico y por su oro. Están interesados en negociar uranio y torio, que hacen atractivo a un país cuya producción de petróleo cayó a sus índices históricos más bajos.
Colombia espera que la denuncia de Duque tenga repercusiones en escenarios internacionales.
No solo Nicolás Maduro y su vicepresidenta, Delcy Rodríguez, han viajado a Irán a afianzar los lazos de Venezuela con el gobierno de Hasán Rohaní. También otras fichas del régimen, como el barranquillero Álex Saab, registran múltiples ingresos.
De hecho, el señalado testaferro de Maduro fue capturado el 12 de junio en Cabo Verde cuando cumplía un itinerario aéreo entre Caracas y Teherán, donde supuestamente iba a buscar comida y medicina para atender la pandemia en Venezuela.
Lo que llama la atención es que su viaje coincide con el inicio de las versiones sobre la negociación de los misiles. Por ahora, su extradición a Estados Unidos por lavado está a punto de resolverse.