Una llamada a los servicios de emergencia por un incidente doméstico terminó con un hombre afroestadounidense baleado por la policía en el estado de Wisconsin, en el norte de EE.UU., un incidente que ha vuelto a despertar masivas protestas contra la fuerza policial.
La víctima, identificado como Jacob Blake, se encuentra estable después de ser llevado con urgencia a un hospital donde recibió cirugía y fue ingresado en cuidados intensivos, indicó su familia.
Un video publicado en internet muestra aparentemente a Blake recibiendo disparos en la espalda mientras intentaba entrar a un vehículo en una calle en la localidad de Kenosha.
Las autoridades emitieron una declaratoria de toque de queda de emergencia después de que se registraran protestas tras el tiroteo y este lunes una nueva jornada de manifestaciones tomó el centro de la ciudad.
El periodista de la BBC Aleen Maqbool, que cubre las protestas desde Kenosha, asegura que cientos de manifestantes se reunieron en la noche tras el toque de queda frente al juzgado de la localidad, lo que conllevó a la movilización de decenas de efectivos.
El gobernador del estado, Tony Evers, pidió una “movilización limitada” de la Guardia Nacional para ayudar a la policía local y “proteger la infraestructura crítica”.
“Todas las personas deberían poder expresar su enojo y frustración ejerciendo sus derechos de la Primera Enmienda e informar sobre estos llamados a la acción sin temor a ser inseguros”, dijo.
Horas antes, algunos manifestantes intentaron entrar por la fuerza en el edificio de seguridad pública de Kenosha, exigiendo que los oficiales involucrados en el tiroteo del domingo fueran arrestados.
Los manifestantes lograron romper una puerta antes de que agentes con equipo antidisturbios usaran gas pimienta para dispersar a la multitud.
El gobierno impuso además un toque de queda, que entró en vigor a las 20:00 hora local (01:00 GMT) y durará hasta las 07:00 del martes.
Lee la nota completa en BBC Mundo