El diputado venezolano Juan Carlos Requesens Martínez estuvo detenido en El Helicoide, una de las sedes del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), desde el 7 de agosto 2018 hasta este viernes. Los cuerpos de Inteligencia lo relacionaron con el intento de magnicidio que, a través de drones, hubo contra Nicolás Maduro dos días antes, durante los actos de la celebración de la Guardia Nacional Bolivariana.
Sin importar que el diputado gozaba de inmunidad parlamentaria, Requesens Martínez fue violentamente detenido cuando llegaba a su apartamento en compañía de su hermana Rafaela Requesens. Incluso un video donde se le ve como si no controlara la voluntad, con ropa interior llena de excremento y mientras es fotografiado, causó la indignación nacional e internacional.
Lo mantuvieron tres meses aislado, en brutal tortura psicológica. No le permitían ningún tipo de contacto humano. Su familia iba a dejarle los alimentos todos los días sin saber si los recibía o no. Tiempo después, sus padres supieron que la comida que ellos le dejaban se la daban incompleta, manoseada y muchas veces fue escupida por esbirros del Sebin.
Cuando Maduro destituyó al general Gustavo González López y lo sustituyó el 29 de octubre 2018 por el general Manuel Ricardo Cristopher Figuera, la situación para Requesens varió sustancialmente. Fue la primera vez que le permitieron que la familia y los abogados lo vieran. Es decir, al diputado lo mantuvieron casi tres meses violándole sus derechos humanos y el debido proceso.
A partir de ahí le permitieron 20 minutos de visita una vez a la semana. Posteriormente le permitieron dos veces; la familia iba de 11 de la mañana a tres de la tarde jueves y domingo, y una hora los lunes la visita del abogado. La suerte del joven parlamentario estaba destinada a ser totalmente diferente a la de otros opositores que estuvieron incomunicados por un largo tiempo. Requesens ha sido demasiado frontal contra el chavismo.
En la tribuna de la Asamblea Nacional, en uno de los discursos más impactantes del parlamentario, el joven legislador le dijo al país: “No hay otra forma de poder transmitir la desgracia que nosotros estamos viviendo en Venezuela, por culpa de unos carajos que, desde el poder, están aferrados a mantenerlo y a gobernar sobre los cadáveres de venezolanos que mueren todos los días en este país”.
“Muchos de los que estamos aquí, muchos de quienes nos están viendo y muchos de los dirigentes políticos que hay en todo el país, les puedo garantizar que hemos dado todo; hemos votado, nos hemos abstenido, hemos luchado contra piquetes de la Guardia, hemos soportado las balas, la represión, las amenazas, la persecución, compañeros que están fuera del país. ¿Y a mí Nicolás Maduro me va a decir que yo no puedo protestar, que no puedo manifestar, que yo no lo puedo señalar, que no puedo decir que son una parranda de asesinos ligados a los peores crímenes que ha habido en esta República?”.
“Yo me niego a rendirme, me niego a arrodillarme frente a quienes hoy pretenden quebrarnos la moral. Muchos hermanos de nosotros están bajo tierra, porque los mataron, porque los mataste Nicolás. La única estrategia de la dictadura es aplastar a todo el que piense distinto”, dijo Requesens en la tribuna de oradores durante una de las sesiones antes que lo detuvieran.
La Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, exigió la inmediata liberación del diputado opositor Juan Requesens a través de un comunicado de su equipo de trabajo en Venezuela.
Requesens, quien es militante del partido Primero Justicia, fue presentado ante el tribunal Primero de Control Antiterrorismo de la jueza Carol Bealexis Padilla Reyes de Arretureta. Por lo menos una decena de veces fue diferida la audiencia. Por fin culminó la audiencia preliminar y fue pasado a juicio.
El papá del parlamentario ha sido un defensor a ultranza de la inocencia de su hijo, y ha dado la cara para reclamar justicia; él es el teniente coronel retirado del Ejército y médico traumatólogo Juan Guillermo Requesens Gruber. Cuando Infobae le preguntó si su hijo hablaba desde la prisión sobre la actual circunstancia política del país, de inmediato respondió que sí, que era su preocupación permanente.
“Él esta convencido que el Gobierno cierra los caminos para una salida negociada pacífica; hay 25 mil muertos al año, más de 8 millones de migrantes, grupos parapoliciales, guerrilla, células de terrorismo narcotráfico e implementaron un régimen de terror en la ciudadanía”.
“Su principal preocupación no es que se firmara un acuerdo con Timoteo Zambrano, sino que si ellos le hubiesen propuesto ese mismo acuerdo a Maduro, tampoco lo firma. Mi hijo teme que Maduro pueda mantener un ritmo de desastre y crisis, mientras desconoce la realidad de un país que se hunde más y en las que sus élites cada día tienen menos que perder”.
El padre del diputado contó que en 2019 su hijo le dijo: “No hemos llegado aún a la mutua destrucción asegurada, pero vamos a una velocidad increíble y los que tienen el poder político o militar tampoco se dejan construir puentes”.
Ante la pregunta de qué proponía su hijo, el teniente coronel retirado respondió: “Él es del criterio que debe involucrarse a todos los sectores que hacen vida en la oposición, pero sin chantajes, con el principio básico de que prevalezca la confianza en que todos quieren salir del problema que hay en el país”.